Por: Felipe Velásquez Palacio
Siempre que se piensa en el adecuado desarrollo urbanístico de una ciudad se debe hacer en términos de un crecimiento que no limite las posibilidades de las futuras generaciones para desarrollarse.
En este sentido es importante tener en cuenta que las ciudades no deberían crecer desmedidamente en la horizontalidad debido al costo que conlleva la proveeduría de los servicios públicos. En este sentido debemos pensar primero en la forma de que las ciudades se puedan recoger y densificar más hacia su propio centro y apoyarse a su vez de las ciudades intermedias que podrían funcionar como una alianza regional capaz de ayudar a solventar las necesidades de habitabilidad y servicios básicos de una región.
En el caso de Cali la situación es esta última que acabo de mencionar, la ciudad se ha venido extendiendo hacia el sur y ha diluido sus esfuerzos económicos en áreas donde no debería operar. El verdadero problema por resolver de Cali es la adecuada renovación urbana y un crecimiento en altura en el centro de la ciudad que garantice las condiciones para vivir adecuadamente en ella, no solo agua, luz y demás servicios sino además, también: la seguridad. En este sentido Cali debería fortalecer más el G11 de manera que la capital pudiese trabajar en alianza con las ciudades cercanas, ofreciendo un servicio adecuado de vivienda de interés social.
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