Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Cali, después de 485 años de fundada

Con el paso del tiempo y los cambios que se han operado en la ciudad desde el punto de vista urbanístico, demográfico y en su estructura económica y social, Cali adquirió una nueva fisonomía propia de las grandes urbes, cuyo proceso de crecimiento ha transcurrido de manera espontánea dando lugar al surgimiento de innumerables problemas sociales, que se agudizaron con la crisis económica y sanitaria que soportan los caleños en la actualidad. 

Rápidamente la ciudad ha comenzado a adquirir los rasgos y características de las aglomeraciones urbanísticas, algunas de las cuales enriquecen y elevan la calidad de vida del entorno natural y social y otras, por el contrario, generan procesos indeseables, tal como sucedió en este caso con la ciudad de Cali.

Y de ahí que la construcción de una sociedad requiere de un sistema racional de planificación dirigido a mejorar el entorno natural como sería, por ejemplo, lograr la optimización y conservación de las fuentes hídricas, lo cual no sucede en este caso de la ciudad, en donde comenzaron a extinguirse sus ríos y vertientes principales. En tanto que los procesos urbanísticos que se desarrollan en el sur y en el oeste de la ciudad, han traído graves consecuencias para el entorno natural y social en materia de polución del aire, contaminación de las aguas de los ríos y una concentración excesiva de la población que vive en dichas zonas, que crece y se expande de manera espontánea y anárquica, agudizándose con ella los problemas y contradicciones entre la naturaleza, la sociedad y la población urbana y rural que habita en esta parte de la ciudad, apiñada en decenas de edificios de apartamentos y complejos residenciales, circunstancia esta que se repite en las peores condiciones habitacionales en las laderas de Siloé en donde vive una parte considerable de la población más pobre de la ciudad. 

A los anteriores hechos se suma el panorama ruinoso que presentan los barrios adyacentes al centro de la ciudad y a la tradicional plaza de Caycedo en abandono total por parte de las autoridades municipales.

En este año de celebración del 485 aniversario de la fundación de la ciudad, dicho evento estará mediatizado por los acontecimientos que han tenido lugar con la protesta social que derivó en el paro indefinido, desbordado en manos de pequeños grupos de individuos desclasados y de delincuentes comunes que se aprovecharon de esta circunstancia para causar daños en los bienes públicos y privados.

A los anteriores problemas producto del desorden urbanístico, el crecimiento anárquico de la población y el deterioro generalizado de la ciudad por diversos motivos, se suma el manejo errático de EMCALI y de Metrocali, ad portas estas última empresa de ser liquidada. Mientras tanto, la administración municipal ha dispuesto de algunos recursos del presupuesto para invertirlos en la recuperación de la malla vial incorporando a varios jóvenes de la llamada  “primera línea” para realizar el trabajo de bacheo, con lo cual se aspira a paliar la situación de informalidad y desempleo creciente en la ciudad.

Esta situación cortoplacista demuestra una vez más que la administración carece de una política pública en materia de empleo, cuando de lo que se trata es de crear nuevas fuentes de trabajo con la constitución de nuevas empresas ligadas al sector real de la producción y de los servicios derivados de los mismos. Situación vivida, justamente, después de que el municipio contara con empresas de servicios como EMSIRVA, BANCALI, CALIASFALTO, etc., liquidadas para favorecer los intereses de empresarios particulares.

Frente a este caso los caleños deben exigirle a la administración municipal en cabeza del alcalde, la adopción de una política pública que tenga por objeto la creación de nuevas empresas a través de las cuales se vinculen a las nuevas generaciones de jóvenes que hoy ni estudian ni trabajan y se han convertido en una carga para sus familias y para el Estado en tanto son arrojados a la vorágine de la violencia.

La alternativa de solución de los graves problemas de la ciudad y sus habitantes, no se resuelven aplicando las viejas recetas reformistas de corte asistencialista y populista sino con la adopción de nuevas medidas de carácter económico y social acordes con los intereses y necesidades comunes de los caleños, que por lo demás tendrán que aprender a desentrañar de las palabras y las falsas promesas de los gobernantes sus verdaderos propósitos e intereses casi siempre contrarios con el interés general que deben representar y defender de acuerdo con la Constitución y la ley.

ADENDA No: 1: La concertación entre las autoridades municipales y los diversos colectivos de jóvenes para pintar los muros de la ciudad y expresar artísticamente sus inquietudes y reflexiones sobre el acontecer social que se vive en la ciudad, si bien es cierto constituye una forma legítima de expresión del pensamiento, en las condiciones y circunstancias actuales esto es aprovechado para atenuar las contradicciones, diferencias y antagonismos de carácter económico, político y social entre las diferentes clases y grupos sociales, en tanto persisten las causas y motivos que las generan, aplazándose de esta manera su solución, al tiempo que aquellas expresiones artísticas y culturales que embellecen el entorno natural y social reflejan el sentir general de los ciudadanos. No obstante, dichas formas de expresión no deben convertirse en un fin en sí mismas tratando de apartar a los sectores sociales y juveniles del cumplimiento de sus tareas cardinales en la lucha por la democracia, la paz, el bienestar general y el progreso material y espiritual de la sociedad caleña.

ADENDA No: 2: La decisión del alcalde de presentar al concejo municipal varios proyectos de acuerdo para hacer realidad la Cali Distrito Especial, como la propuesta de imponer una sobretasa al consumo de energía, además de la que los caleños están pagando con base en una ordenanza departamental, hacen parte de la vieja y desueta política autoritaria y alcabalera con la cual se pretende excluir la participación real de los ciudadanos en las decisiones que los afectan directa e indirectamente en sus intereses individuales y sociales conforme a lo establecido en la Constitución, en tanto que de aprobarse dichos proyectos por el Concejo Municipal se estaría desconociendo la situación de crisis económica y sanitaria por la que atraviesan la ciudad y sus habitantes, que seguramente comenzarán a expresar la inconveniencia de dichas medidas que van en contravía del interés general de los ciudadanos.

Veeduría ciudadana por la democracia y la convivencia social

Pablo A. Borrero V.  Luz Betty J. De Borrero