¡Trágate el llanto!
¡Cállate!
Igualmente, el cuerpo habla, y cómo habla.
Habla, la punta de los dedos golpeando la mesa.
Hablan, los pies inquietos en la cama.
Habla, el dolor de cabeza.
Habla, la gastritis, el reflujo, la ansiedad.
Habla, el nudo en la garganta atravesado. Habla, la angustia.
Habla, la arruga en la frente.
Habla, el insomnio, el estar cansado todo el tiempo, el sueño, la apatía.
Te callas, pero comienza el hablado interno.
La gente enferma porque cultiva y guarda las cosas no digeridas dentro de sus corazones.
¡Expresarse, tranquiliza el dolor!
El dolor, no es para sentirlo para siempre.
¡El dolor, es una coma!
Entonces, haz una carta, un poema, un libro, haz terapia, canta una canción.
Toma las zapatillas y zapatea.
Haz chistes, escribe textos, pinta cuadros, charla con amigos, corre en el parque, dile a tu analista, habla con el universo , juega con tu perro, suelta un grito al cielo, pero no te calles, pues si te tragas todo lo que sientes, al final te ahogas.
Medita, lee, estudia, ora.
El corazón no es un cajón y sí lo callas, al final el cuerpo habla.
(Anónimo)
Examinar. Entender. Evaluar
Más historias
Con prensa mentirosa, falsos positivos judiciales y políticos corruptos, la derecha golpea Latinoamérica
Anti-récords colombianos
La supremacía de la doble moral