
En estos dias de campañas electorales, algún que otro candidato ha tocado el tema del tren de cercanías para la zona metropolitana de Cali. Es un tema de infraestructura importante para la región y como tal requiere del compromiso y esfuerzo de la clase dirigente vallecaucana en general.
En abril de 2018 se logró articular a los alcaldes de Cali, Maurice Armitage; de Palmira, Jairo Ortega Samboni; de Yumbo, Carlos Alberto Bejarano, y a la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, para firmar un acuerdo y realizar el estudio de prefactibilidad del tren de cercanías. Los resultados de este estudio se espera que sean entregados en noviembre, definiendo así aspectos importantes del proyecto. Se requiere que los nuevos alcaldes y el gobernador que serán elegidos en octubre, mantengan la intención de unir esfuerzos económicos y políticos para asegurar la financiación de la nación sin la cual el proyecto dificilmente verá la luz.
La ciudad de cali requiere urgentemente este corredor norte – sur e integrarlo al sistema de buses articulados y alimentadores del MIO para mejorar los indices de movilidad. Debemos recordar que la movilidad es uno de los factores que afectan la competitividad de la región y Cali presenta continuamente trancones especialmente en el sur y en las salidas intermunicipales. De otra parte, Yumbo, Palmira y Jamundí necesitan reducir el tiempo de desplazamiento con la capital vallecaucana para mejorar la competitividad en sus territorios también.
Sin embargo, es importante repensar el sistema de transporte público en la ciudad de Cali. No solo en cuanto al trazado e infraestructura, sino también en cuanto a la operación del mismo. Recientemente los operadores del MIO se han declarado en déficit y demandado compensaciones de la ciudad. El municipio acordó un plan de salvamento para aliviar la situación de estos operadores. Se deben ajustar los mecanismos de operación del sistema para que esa situación no se repita periódicamente.
El municipio de Cali tiene en su presupuesto de ingresos y gastos del 2019, recursos de la sobretasa a la gasolina con destinación específica al MIO por 78.962 millones de pesos y si tomamos los 130 millones de pasajeros al año que mueve el MIO, tendríamos 273.000 millones más de ingresos por pasaje, eso sin contar los 110.000 millones que según el Consejo de Estado debe reconocer Metrocali a uno de los operadores.
Con esas cifras anuales delante, a quien le cabe duda de la magnitud de los intereses en juego? Se debería estar discutiendo si continuar el sistema de concesión a los operadores o si la operación debería asumirla directamente Metrocali.
Haciendo un cálculo rápido del costo de operación directa, para conducir en dos turnos de 8 horas, los 968 buses que según Metrocali habrá cuando se compren los nuevos buses eléctricos, se requerirían 2838 conductores, que por contratos de prestación de servicios, que tanto se usan en la administración pública actual, pagandoles 2’200.000 pesos mensuales a cada conductor, costarían cerca de 72.000 millones al año. Sumándole un 7% de costos administrativos, aunque supongo que Metrocali ya cuenta con el personal administrativo básico necesario, serían 5.000 millones más. Quedarían mal contados 190.000 millones para el costo del combustible, y los trabajos de mantenimiento y reparacion de la flota.
Con estas cuentas rápidas, pareciera que los recaudos de pasajes al año, que para el año 2019, a 2100 pesos por pasaje serán cerca de 273.000 millones de pesos, serían suficientes para financiar la operación del sistema sin concesionarios.
Sin embargo, la reposición de equipos y las ampliaciones del sistema si tendrían que salir de otra parte.
Tan interesante es el asunto, que a finales de mayo de 2019, el departamento del Valle inició la estructuración de una Autoridad Regional de Transporte encargada de regular el funcionamiento del tren de cercanías y la movilidad entre las diferentes ciudades, lo que me genera la inquietud con respecto al papel que la gobernación espera que juegue entonces Metrocali y como se articulará la relación entre los dos entes.
Estas y muchas otras cuestiones serán las que esperamos que en noviembre se aclaren con la entrega del estudio de prefactibilidad. Pero nosotros como ciudadanos deberíamos preguntarnos si los candidatos de nuestra preferencia en las próximas elecciones estarán prestos a continuar con este importante proyecto para la región y bajo que condiciones.
Pablo Antonio Perez Valencia.
@paperezvalencia
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