Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

El cambio del modelo económico y social del país

No obstante la visión optimista de varios de los gremios empresariales en torno a la recuperación de la economía nacional de la crisis que ha soportado el pueblo colombiano con la presencia y expansión del Covid-19, hay quienes consideran que por el contrario existe una gran incertidumbre sobre el futuro de la economía, en tanto que aumentan como en ninguna otra época el endeudamiento interno y externo del Estado, la inflación, crecen las importaciones de insumos y materias primas, en tanto que las exportaciones no dejan de tener un nivel muy bajo de crecimiento. 

Así mismo se mantiene la elusión y la evasión de los impuestos, el contrabando y la especulación financiera. Al tiempo que la reforma tributaria y fiscal propuesta por el gobierno del presidente Duque para ser aprobada en el Congreso de la república, no tiene un carácter estructural ni cumple con el principio de la progresividad y eliminación de ciertos beneficios en favor del gran capital, lo que no traerá consigo una mayor equidad para los contribuyentes que en medio de la crisis económica se han visto afectados en sus bienes y negocios particulares.

Por otra parte, las políticas económicas de carácter industrial, comercial, agropecuarias y de servicios, no poseen la fortaleza suficiente para impulsar el crecimiento de la economía a la par con el progreso y desarrollo tecnológico a fin de hacerlas más competitivas en el mercado.

Igualmente, crecen el desempleo y la informalidad, particularmente en amplios sectores de la población juvenil y de las mujeres, sin que hasta la presente se ofrezcan soluciones reales a dichos problemas.

En este caso se trata de cambiar el modelo económico basado en el proteccionismo que conduce al aislacionismo y estancamiento de la economía, mientras que las políticas neoliberales fundamentadas en la internacionalización del comercio ajenas a toda regulación e intervención del Estado, han profundizado la desigualdad económica y social con la concentración de la riqueza en pocas manos.

Ahora bien, en este caso no basta con reducir la deuda pública y el déficit en la balanza comercial y de pagos, o simplemente otorgar subsidios a los sectores más vulnerables de la sociedad e incluso mejorar la productividad del trabajo mediante el aprovechamiento de las nuevas tecnologías; todo lo cual sí bien es cierto revisten una especial importancia en los cambios de la sociedad, es muy poco lo que beneficia a millones de personas que se quedaron sin trabajo, en tanto que los verdaderos beneficiarios son los monopolios trasnacionales y nacionales que se quedan con la mayor parte de la riqueza que se produce con el trabajo de todo el mundo capitalista globalizado.

La lucha por un cambio del modelo económico y social conlleva la necesidad de fortalecer el sector público de la economía y de lograr que el país se integre globalmente con aquellos países con los cuales puede establecer un nuevo tipo de relaciones comerciales basado en la cooperación y en la ayuda mutua acordes con las necesidades e intereses nacionales particularmente en materia de crecimiento y desarrollo económico y social.

Es importante que esas relaciones comerciales estén bajo la dirección de las fuerzas políticas y sociales que encarnan  el progreso y la democracia en el país, las cuales deben asumir el compromiso moral de participar en la construcción de un nuevo país libre de la explotación económica del trabajo y de la opresión impuesta por las clases dominantes de los países que imponen su dominación sobre los pueblos y países del mundo globalizado que luchan por su autonomía e independencia.

Veeduría ciudadana por la democracia y la convivencia social

Pablo A. Borrero V.  Luz Betty J. De Borrero