Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

El COVID 19: Un virus caído del cielo

EL MODELO BIOMÉDICO Y LAS DECISIONES OFICIALES PARA EL MANEJO DEL VIRUS

Notas elaboradas por Gilberto Aristizábal Martínez, Sociólogo Ph.D. Especialista en Sociología de la salud

Cali abril 2020

El propósito de estas notas es realizar una discusión sobre las bases sobre las cuales el gobierno colombiano ha tomado decisiones para enfrentar la pandemia originada por el virus COVID 19. Iniciaremos esta reflexión presentando los hallazgos científicos que permiten conocer las características del virus, especialmente su genoma, y a partir de ese conocimiento reconocer las vías de manejo que los expertos proponen. A continuación tomaré los datos de los informes presentados en diferentes medios por los expertos.

I.- EL VIRUS.

Según los expertos, los virus son estructuras muy sencillas. Es ácido nucleico, material genético, cubierto de una proteína y, en algunos casos, como es el del coronavirus, con una cubierta adicional que lo protege. A diferencia de una bacteria, un virus precisa de una célula viva para sobrevivir Pero, hay algo que los hace muy poderosos, cuando ingresan a la célula del contagiado tienen la capacidad de secuestrar todo ese mecanismo metabólico para que la célula se dedique a producir más de ellos. Es decir, el virus necesita de un huésped, sea animal o humano, para reproducirse.

Muchos expertos y centros de investigaciones afirman que el mundo se enfrenta actualmente a la mayor batalla epidémica en lo que llevamos del siglo. A pesar que los expertos llevaban tiempo advirtiendo sobre las posibilidades de una pandemia provocada por patógenos, la sociedad, por todo lo visto, no estaba preparada, en este caso nos referimos a los gobiernos y a los sistemas nacionales de salud y a la Organización mundial de la Salud, OMS. De manera extraña no tenían respuestas y acuden a la explicación que se trata de un virus nuevo con unas capacidades de propagación y de letalidad muy altas comparado con los virus anteriores.

La explicación del origen de este virus enfrenta dos visiones antagónicas. Una, sostenida por investigadores y centros científicos muy reconocidos, quienes sostienen el origen natural del virus y presentan todos los soportes para reconocer sus secuencias y sus mutaciones sin que, según ellos, aparezca la mano de un laboratorio para producir los cambios. Otra visión, que es denominada conspirativa, apoyada en elemento como , por ejemplo, el reconocimiento de grandes inversiones desde hace un tiempo para producir armas biológicas; sacando conclusiones de pandemias anteriores en las cuales la realidad no coincidió con las proyecciones; señalando la presencia de intereses económicos de centros de poder para crear condiciones para generar grandes utilidades a sectores industriales; creando condiciones para manipular sectores amplios de la sociedad, y sobre esos elementos sostienen que es un virus recreado en un laboratorio. Es decir, que a través de esta manipulación genética buscan ampliar y consolidar su poder sin importar sus costos sociales.

La intención de esta reflexión no cae en dicho debate, reconociendo que es importante porque permitir reconocer su verdadero contexto. Esta reflexión se guía por la primera visión, porque es la que ha venido guiando a los gobiernos y a los sistemas de salud en la toma de decisiones para enfrentar el virus y ese es el centro de nuestro análisis. Es un esfuerzo por adentrarse en la lógica oficial, la visión dominante tanto en política, economía y científica y su necesario soporte filosófico. Esta reflexión parte de reconocer que el COVID-19 existe, independiente de su origen, sea natural o manipulado en un laboratorio, y que frente al virus existen respuestas, que no son casuales, aunque pueden ser improvisadas, pero todas ellas tienen un sentido. El esfuerzo se orienta en desentrañar las razones, explicitas u ocultas, que definen este fenómeno que aunque tiene una base biológica afecta esferas sustanciales de la sociedad.

II.- CONOCIMIENTO CIENTIFICO DEL COVID -19

Tras detectarse a finales de 2019 y principios de 2020 una acumulación de casos de neumonía de origen desconocido en la ciudad china de Wuhan, tres equipos de investigadores chinos publicaron en febrero de este año, todos los detalles del causante: un nuevo coronavirus humano el cual fue designado como SARS-CoV-2 por el Comité Internacional de taxonomía del Virus. Es el séptimo patógeno humano de esta clase que se conoce. Cuatro de ellos provocan resfriados comunes, mientras que los dos restantes causan respectivamente el Síndrome Respiratorio Agudo Grave, SARS, y el Síndrome respiratorio de Oriente Medio, MERS.

Cuando en China se identificó el nuevo coronavirus, los científicos de todo el mundo respondieron con rapidez. A los pocos días se publicó en internet toda su composición genética, o genoma del virus. A modo de comparación, durante el brote del SARS en 2003 se tardó tres meses en identificarlo. Los avances tecnológicos han reducido significativamente el coste de la secuenciación genética, lo cual ha permitido secuenciar gran número de muestras de todo el mundo.” A partir de las secuencias podemos ver cómo se extiende el virus, la velocidad a la que se propaga y calcular el número de personas infectadas. Cuantas más secuencias recibimos, más precisas son las cifras”, explica Anne-Miek Vandamme, profesora de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica. LO ANTERIOR NOS ENSEÑA DE MANERA NITIDA QUE LOS GOBIERNOS Y LOS ORGANISMOS DE SALUD HAN CONTADO DESDE UN PRINCIPIO CON CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOSPARA MANEJAR SOBRE BASES CIERTAS LA PROPAGACIÓN DEL VIRUS.

La postura que reconoce el carácter natural del coronavirus COVID-19 y fundamentada en el conocimiento de su genoma le permite afirmar que no es nuevo y que está emparentado a otros virus que afectan el sistema respiratorio. Por ejemplo, el análisis de su genoma reveló que es en un 79.6% idéntico al virus del SARS y en un 96% idéntico al coronavirus del murciélago por lo que se asume que se transmitió de estos animales a los humanos a través de otra especie no confirmada. Este hecho significa que su conocimiento no parte de cero, sino que se construye sobre lo que se sabe de sus parientes cercanos.

Sin embargo, se debe aclarar que a pesar de que el mapa genético del nuevo coronavirus se obtuvo con rapidez, sigue sin decir mucho sobre sus diferencias con otros coronavirus, como el SARS o el MERS, los cuales eran mucho menos fáciles de transmitir y había muy pocos pacientes asintomáticos. Las características del virus, como el riesgo de contagio y su gravedad, derivan de sus proteínas, que son las responsables de invadir nuestras células y reproducir el genoma viral.

Según los expertos, secuenciar un genoma es muy rápido, pero en el caso de las proteínas es distinto.

Los coronavirus son así conocidos desde 1968. El SARS.CoV2 tiene una envoltura formada por las proteínas Spike (S), Envelope (E) y Membrane (M), mientras que en su interior se encuentra la proteína Nucleocapsid (N) junto con su genoma, un ARN de cadena sencilla de gran tamaño, con casi 30.000 bases. La proteína S es la llave que el virus utiliza para invadir las células humanas, la cual se une a una proteína de la superficie celular llamada Enzima Convertidora de Angiotensina 2 (ACE2). El receptor celular es el mismo que utiliza el virus del SARS, pero se ha descubierto que la proteína S del SARS. CoV.2 tiene entre 10 y 20 veces más afinidad por el receptor ACE2 lo cual podría explicar en parte su facilidad de contagio, es decir, la alta infectividad del COVID 19 viene favorecida por la particularidad de su proteína S. Pero, aclaremos que los expertos nos dicen que es solo una hipótesis, esto lo dice un virólogo de la Universidad de Cornell en Nueva York.

Cuando apareció el SARS en 2002 duró aproximadamente un año y después desapareció. El virus dejó de circular porque se rompió la cadena de transmisión. Diez años después apareció el MERS y ocho años después el COVID 19. Los expertos nos dicen, que en general los coronavirus pueden tener el mismo origen, venir de la misma fuente natural, o pueden ser modificados en laboratorios dicen otros expertos, pero en sus procesos evolutivos se empiezan a diferenciar y se adaptan de manera distinta a sus huéspedes, tanto intermedios como finales.

Sobre la base de conocer su estructura genética y sus características biológicas y que ya existe el contagio humano, los expertos nos enseñan como es el proceso de transmisión. Se sabe que el virus se transmite entre humanos cuando se inhalan las pequeñas gotas expulsadas con la tos o el estornudo, otros dicen que también cuando se habla, de una persona contagiada o cuando se toca una superficie donde han caído esas gotas y se llevan las manos infectadas a la boca, nariz u ojos. No penetra por la piel, solo por las mucosas de esos tres órganos. Su número básico de reproducción RO, el número de personas a las que suele contagiar cada paciente, se ha estimado en 2,2, entre 2 y 2,68 casos. En cuanto al pronóstico, un gran estudio en China mostró que el 80.9% de los casos eran leves, un 13.8% de síntomas graves y un 4.7% críticos. Aunque la OMS ha calculado una letalidad del 3.4% entre los enfermos, expertos creen que la letalidad entre todos los contagiados sería de 0.04 y el o.12%. Estadísticas de otros países, como España, Italia, Alemania, Corea del Sur, y la OMS confirman este patrón.

Es importante destacar otros datos dados por los expertos y que pueden servir para definir medidas para evitar el contagio. Por ejemplo, el peso y el tamaño de las partículas contaminantes secretadas por las personas infectadas son de 5 micras lo cual limita su área de expansión a menos de dos metros y su imposibilidad de flotar en el aire. La permanencia del virus depende del tipo de superficies y oscila entre 4 y 72 horas. El período de incubación medio es de 5 a 6 días con un amplio rango entre 0 a 24.El intervalo serial medio calculado en China con los primeros 425 casos fue de 7.5 días con una desviación estándar de +- 3,4 días. El tiempo medio de duración de la enfermedad desde el inicio de los síntomas hasta la recuperación es de dos semanas cuando la enfermedad ha sido leve y de 3 a 6 semanas cuando ha sido grave o critica. El número básico de reproducción RO (el promedio de casos secundarios producidos a partir de un caso) calculado mediante modelización a partir de datos preliminares disponibles se ha estimado entre 2 y 3. (Anoto que esas cifras van a depender de los huéspedes, del sistema de salud del país o región y de las medidas tomadas). En el análisis global del brote en China, la misión de la OMS sugirió que los casos asintomáticos tuvieron poca relevancia en la dinámica de la transmisión. En este contexto, se detectaron un número mínimo de asintomáticos, que posteriormente desarrollaron síntomas. Actualmente en los modelos matemáticos, basándose en intervalos seriales observados menores al período de incubación, se asume que la transmisión comienza 1 o 2 días antes del inicio de síntomas. Se puede concluir que de acuerdo con la evidencia existente, la transmisión de la infección ocurriría fundamentalmente en la primera semana de la presentación de los síntomas, desde 1 – 2 días antes hasta 5-6 días después. En los casos más graves esta transmisión sería más intensa y duradera. Existen evidencias publicadas en relación a la generación de anticuerpos neutralizantes, tanto en modelos animales como en casos humanos. Todos estos datos son usados por los epidemiólogos para construir sus análisis y sus proyecciones estadísticas.

Sin embargo, a pesar de este conocimiento que se tiene, y de manera rápida del COVID-19, es importante dejar constancia de las serias deficiencias en la comunicación científica. Un artículo publicado en LSE Impact Blog en marzo de 2020, nos dice que “las crisis importantes a menudo revelan las normas ocultas del sistema científico, haciendo públicas las prácticas bien conocidas dentro de la ciencia”. Los autores del artículo señalan que el 31 de enero de 2020, Welcome Trust calificó al coronavirus como una “amenaza importante y urgente para la salud global y pidió a los investigadores, revistas y patrocinadores que se aseguren de que los resultados de la investigación y los datos relevantes para este brote se compartan rápida y abiertamente para informar a la respuesta de la salud pública y ayudar a salvar vidas. Los firmantes de esta declaración de comprometieron a hacer que todas las investigaciones y datos sobre el brote se abrieran de inmediato”.

A pesar de este propósito, los autores del artículo, nos advierten que según la Web of Science (WOS) se han publicado 13.818 artículos sobre los coronavirus desde finales de la década de 1960. Más de La mitad de estos artículos permanecen cerrados para el acceso. Dicen los autores que” el coronavirus es sin duda una gran familia de virus y se podría cuestionar la relevancia de los trabajos más antiguos para entender el brote actual. Sin embargo, a modo de ejemplo, los tres documentos sobre COVID-19 publicados en la edición del 15 de febrero de The Lancet se basaron en 69 documentos indexados en WOS, de los cuales el 73.2% están en el conjunto de 13.818 documentos de coronavirus. La referencia más antigua en estos documentos es de 1988, lo cual subraya el hecho de que, aunque el covid 19 puede ser novedoso, la investigación sobre el coronavirus se basa en una larga cola de literatura de investigación a menudo cerrada. Llama la atención conocer por que conocimientos científicos hacen parte de reserva y no se den a conocer para ilustrar futuras investigaciones.

III.- EL COVID-19 EN COLOMBIA: ACCIONES DEL GOBIERNO. Para iniciar el análisis, recordemos que el virus no existía en Colombia. Esta era la realidad. De manera simplista, podemos decir que la primera tarea del gobierno era evitar su entrada al país. Algunos países que han tenido éxito en el control del virus cerraron fronteras inmediatamente se conoció su existencia y su velocidad de expansión. Colombia se demoró en hacerlo. También se sabía que este virus se transmite de persona a persona y que en su primera etapa es asintomático. Eran elementos importantes para guiar al gobierno en sus acciones. Este conocimiento le planteaba al Gobierno la estrategia para evitar o controlar el ingreso de personas al país, especialmente las provenientes de países contaminados, que en principio, enero y febrero eran muy pocos, entre ellos, China, Italia y España, Estados Unidos. Por eso, la vía aérea era la única posible y el control se ha debido concentrar en ella. Recordemos que al igual que en Colombia el virus no existía en América latina. Cuantos nacionales podrían regresar a Colombia desde dichos países? Muy pocos, o, por lo menos, un número controlable.

Recordemos que cuando el gobierno realizó la operación para traer al país a 14 colombianos que vivían en la ciudad china de Wahan, origen de la pandemia, inmediatamente tocaron suelo colombiano fueron aislados, junto con la tripulación del avión y del personal de salud que los acompañó. No los dejaron saludar a sus familiares y estuvieron en confinamiento 15 días, al final de los cuales salieron para sus casas porque no presentaron síntomas. Esta experiencia fue valiosa por sus enseñanzas, pero para desgracia del país el Gobierno no aprendió nada de ella.

No entender esta experiencia y sus aportes explican en parte el comportamiento del Gobierno frente a la entrada de pasajeros provenientes del exterior, especialmente de países contaminados con el COVID-19. Los noticieros de televisión nos mostraban diariamente las fiestas que hacían sus familiares al recibirlos. Entraron como se dice coloquialmente como Pedro por su casa. Los funcionarios de salud no hacían presencia para conocer el origen del viajero ni para dar instrucciones de las conductas a seguir. En algunos casos les tomaban la temperatura y ante la ausencia de fiebre todos a casita a vivir sin restricciones ni controles. Son infinitos los testimonios en este sentido. Todo lo anterior nos señala de manera inequívoca el mal manejo que el Gobierno le dio a este fenómeno, No se sabe las razones de este comportamiento, se puede especular diciendo que fue fruto de la ineptitud, o que fue mal asesorado. Pero, sin duda, fue un comportamiento irresponsable que tiene y va a tener profundas repercusiones en la salud y en la vida social y económica de los colombianos.

El primer caso de contagio en Colombia apareció, creo, el 6 de marzo, y es el ejemplo típico de la manera irresponsable como el gobierno manejó la situación. Es el caso de una joven mujer proveniente de Italia, país que para esa fecha presentaba cifras alarmantes de contagios y muertes. Había llegado al país a finales de febrero y como no presentó síntomas la dejaron ir a casa sin ninguna advertencia. Ella hizo su vida normal, tuvo contactos personales y sociales y hasta asistió a un oficio religioso con muchos feligreses, algunos de los cuales pudieron ser contagiados. Ella por decisión propia se presentó a un centro hospitalario cuando aparecieron los síntomas. Fue hospitalizada y se inició su tratamiento. Inexplicablemente, el gobierno no realizó esfuerzos para reconstruir su ruta de contactos de esta persona para aislarlo. Era definitivo hacerlo porque estaba empezando el proceso de contagio y ha debido producir las alarmas.

Este ejemplo, y todos los que siguieron visualizan muy bien el manejo equivocado dado por el gobierno. Casi que podemos afirmar que el gobierno en lugar de evitar el contagio lo estimuló. Puede parecer afirmación atrevida e irresponsable pero los hechos nos inducen a formularla. El crecimiento de los contagios hizo que reconstruir su ruta fuese casi imposible, y por lo visto y las declaraciones dadas por los funcionarios oficiales, no hicieron mucho esfuerzo en ese sentido. Por falta de control se le salió el problema de las manos y estimuló la crisis que se quería evitar. Sin entrar en los detalles de medidas tomadas por el gobierno, como la declaratoria del estado de Emergencia Social Económica y Ambiental, y los decretos para detener los contagios y paliar en algo la crisis económica, la gran medida tomada por el gobierno central y los regionales fue la declaratoria de la CUARENTENA. Evitar el contacto social fue la formula tomada para evitar el crecimiento del contagio. El supuesto que avala la decisión es muy simple, si el contagio se da de persona a persona evitemos el contacto. Se justificó diciendo que el derecho a la vida era sagrado y que estaba por encima de cualquier otro derecho. Parece ser que el gobierno ante la falta de respuestas al crecimiento del contagio entró en pánico y traslado este pánico y llenó de miedo a la sociedad. Todos los medios de comunicación se alinearon con el gobierno e hicieron del COVID 19 el eje central de los noticieros y la dirección de las noticias avalaban las decisiones del gobierno sin ningún cuestionamiento. Como se sabe, el MIEDO es un instrumento válido de dominación y en la relación salud-enfermedad está presente. El aislamiento de las personas tiene otros efectos muy graves en muchas áreas de la sociedad y del individuo, pero que no hacen parte, por ahora de nuestra reflexión, Esta reflexión tiene un marco bien claro.

IV.- EL GOBIERNO Y LOS SOPORTES DE SUS DECISIONES.

En Colombia el Sistema General de Salud está en manos del Ministerio de salud, y se supone que es la entidad oficial encargada del manejo de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Tanto el gobierno nacional como los regionales afirman permanentemente que sus decisiones son tomadas de acuerdo a un equipo científico que los asesoran. No quieren dejar espacio a la duda, Es la Ciencia su guía en los temas de salud. Por eso, cada vez que el presidente Duque sale en televisión a hacer un anuncio al país sobre el manejo de la crisis sanitaria está acompañado de personajes que pertenecen al mundo académico-científico. Siempre está el Min-salud, quien es médico, junto a la directora del Instituto Nacional de Salud, de presidentes de academias médicas, y de investigadores reconocidos en áreas de la epidemiología, virología, infectología, salud pública, neumólogos, etc. O por lo menos los nombra como asesores.

Miremos despacio las decisiones tomadas y sus razones y las bases detrás de ellas. Empecemos por reconocer un hecho real, los sistemas nacionales de salud y la OMS no cuentan en estos momentos con medicamentos para tratar la enfermedad ni con la vacuna para evitarla. Este hecho deja a dichas organizaciones sin un piso para actuar. A partir del informe Flexner de 1910, la formación de los profesionales de la salud, los sistemas nacionales de salud y las prácticas médicas tienen como eje el Modelo biomédico el cual, por sus herencias filosóficas y científicas, el modelo Cartesiano-Newtoniano, no ve al individuo como una unidad, sino una especie de máquina con separación del cuerpo y mente compuesto de partes individuales y la enfermedad como un evento biológico independiente del huésped. Por eso centra su atención en la enfermedad y no en el enfermo, y tiene una fe ciega en los fármacos y en las tecnologías, en las cirugías y hospitales y, últimamente, rematan con las Unidades de Cuidados Intensivos, las famosas UCIS. Este modelo es llamado también Científico, Moderno, Occidental y para no dejar dudas lo reconocen alopático. El protocolo médico para el manejo de las enfermedades recoge todos estos elementos.

Al no contar ni con los medicamentos ni con la vacuna el panorama se le presenta confuso al sistema de salud. Todos los testimonios de los profesionales de la salud, que arriesgan su salud y vida, para manejar clínicamente a los enfermos del COVID-19, no dejan duda y reconocen la incapacidad que tienen para manejar la situación. Todo es un caos sin solución a la vista. Esta situación reafirma al sistema la idea de la necesidad de la vacuna como la única solución. Si no se logra a corto plazo la situación será inmanejable y todos los sistemas de salud colapsarán. Como una consecuencia de esta situación podemos citar el ejemplo de un hospital en Francia, y en la Fundación Valle de Lili en Cali, que al no contar con un medicamento para tratar el virus, usaron cloroquina y un derivado de ella, la hidroxicloroquina, fármacos que se usan para tratar la malaria que, entre otras diferencias es producido por un parasito. Un clásico experimento de ensayo y error, usemos a ver qué pasa, esa es su lógica. Ayer Colombia autorizó su uso a pesar de una investigación en una universidad norteamericana que lo descartó por sus efectos colaterales nocivos. La única razón que explica estos ensayos, sin bases científicas, es que es un fármaco, y la ciencia médica confía en ellos y, además, tiene a la industria farmacéutica detrás de ella presionando su uso. Lo demás, que no tenga ese origen no sirve.

El sistema no mira otras opciones y guían a los gobiernos a tomar decisiones que aparentemente solo buscan ganar tiempo para que aparezca la vacuna salvadora. La cuarentena, el confinamiento, el aislamiento es casi la única herramienta que le queda dentro de su esquema conceptual. Por qué no miran otras opciones? Esta es una pregunta válida y es importante conocer su respuesta.

Tratemos de entender su lógica. Las investigaciones científicas que lograron descubrir el genoma y las propiedades morfológicas y biológicas del virus nos enseñan caminos a seguir y no se entienden las razones que tienen los sistemas de salud para ignorarlos. Esos conocimientos nos dicen que el virus es grande y pesado, por lo cual al estornudar o toser una persona contagiada no alcanza una distancia mayor de dos metros y que no puede atravesar sino ciertos tejidos. Que es un virus sensible a altas temperaturas y a ciertos niveles de humedad. Que no se desarrolla en un medio alcalino; que el jabón destruye su envoltura que lo protege y al perderla se destruye. Que no resiste ciertos productos, como un alcohol a ciertos porcentajes, ni el hipoclorito de sodio, ni el agua oxigenada, etc., etc.

Si estos conocimientos son ciertos, y los expertos deben aclararlo, por qué los Sistemas Nacionales de salud, ni la OMS, han construido un protocolo diferente y asesoran a los gobiernos para que las medidas de manejo de la crisis sanitaria se centre en las características del virus y no en el aislamiento de las personas? La medida tomada parece indicar que son las personas y no el virus el problema. Y en esto se nos aparece una contradicción, Si el modelo biomédico centra su atención en la enfermedad y no en el enfermo, por qué en este caso se cambia la correlación? Por qué no centraron su atención en el conocimiento genético del virus y sus características biológicas para trazar la ruta del manejo? Se puede sospechar que es debido a que en este caso no cuentas con las herramientas apropiadas, los medicamentos y las vacunas, y al no tenerlas no saben cómo lidiar y tratar la enfermedad y entran al terreno de la confusión.

Por ejemplo, por que el Sistema de Salud, conociendo lo que se sabe del virus, no ha usado el calor para tratar a los enfermos del COVID-19. Algunas investigaciones, señaladas por el médico Joseph Mercola, muestran que la sauna elimina los virus de enfermedades respiratorias, además de otros beneficios para la salud. Por qué no estimulan su uso y prueban si realmente sirve. Es una medida fácil y económica. Será por eso que no les conviene probarla? De igual manera podríamos sugerir otras medidas basadas en las características del virus. Pero son los expertos los llamados a diseñarlas, aquí solamente se llama la atención.

Miremos ahora la razón del aislamiento. Si una persona contagiada sale a la calle o está en un sitio con otras personas, pero usa tapa boca y puede usar una especie de visera que le cubra toda la cara, puede estornudar o toser que las partículas no saldrán y se quedarán en su cara y no le harán daño porque es portadora de la enfermedad. Y puede tener al frente, o a dos metros, a una persona sana pero que está protegida con visera y tapaboca, la cual no será contaminada, esta persona sana puede tocar una superficie que aloje al virus, pero si no lleva la parte de la mano contagiada a la boca, a la nariz o a los ojos no se contagiará. Además, tiene el recurso de lavarse las manos con jabón, usar alcohol o agua oxigenada. Es decir, el contacto social no es garantía del contagio. Tienen que darse o articularse varios elementos.

Lo anterior son medidas para evitar el contagio por fuera de la cuarentena. Ahora bien, supongamos que se contagió. No todo está perdido para ella. El virus se puede eliminar, parece, fácilmente en la boca o en la garganta, lugar donde se reproduce. Existen acciones fáciles y baratas de hacer. Tomar líquido, especialmente ciertas tizanas calientes, hacer gargarismos, etc. El doctor Elkin Patarroyo nos enseña que no se debe mantener la boca seca, que al tomar agua esta arrastrará el virus al estómago en donde sus fuertes ácidos lo destruirán. Y otros expertos e investigadores señalan opciones parecidas. En el caso del COVID 19 y ante la ausencia de respuestas sólidas diferentes a la cuarentena, es casi que una obligación probar estas opciones. Por qué el sistema de salud y el gobierno no estimula estos comportamientos? Por qué la OMS ignora estas posibilidades? Y se llega al absurdo, por qué se decreta cuarentenas en departamentos que tienen una, dos, tres, cinco y hasta 20 contagiados?

También se sabe que una persona con un sistema inmunitario fuerte puede evitar el contagio, pero si llega puede tener efectos suaves y no complicaciones. Por qué el Sistema no promueve el fortalecimiento del sistema inmunitario de los individuos con alimentación apropiada, con estilos de vida saludables y con la ingesta de suplementos vitamínicos y minerales. La razón es sencilla, el modelo biomédico no tiene en cuenta las condiciones del paciente. Y este vacío afecta las proyecciones estadísticas para calcular las tasas de contagio y de mortalidad. Razón simple y sencilla, el modelo biomédico dominante no tiene en cuenta las condiciones del enfermo.

Existen otras opciones que medicinas alternativas ofrecen pero que el sistema ignora porque considera que no tienen el soporte científico para validarlas, aunque existen experiencias que reconocen sus efectos positivos para el manejo de enfermedades. El sistema solo cree en los medicamentos producidos por la industria farmacéutica, y en este caso del virus llama con toda sus fuerza a la producción de una vacuna. El conjunto de la sociedad, especialmente los representantes de las diferentes expresiones de poder lo acompañan en su deseo. Sin vacuna no existe salvación. La vacuna, y perdonen la analogía, se convierte es una especie de Mesías menor que debe venir a librarnos del MAL. La analogía no es del todo descabellada en estos tiempos de fanatismo religioso que usa concepciones apocalípticas como mecanismo de dominación de sus fieles. Y al PODER y su REGIMEN le caen como anillo al dedo todas estas visiones.

V.- LOS EFECTOS DE LAS DECISIONES DEL GOBIERNO

Se ha hecho un esfuerzo para señalar que las decisiones tomadas por el gobierno para enfrentar la crisis producida por el virus COVID-19 no han sido acertadas y que no ha contado con una asesoría científica válida, vacío que escapa a la intencionalidad de las organizaciones científicas médicas porque reside en sus elementos constitutivos como ciencia particular, pero que expresa los elementos de la Ciencia de la Modernidad. En este texto solo se insinúan unos elementos, pero es una invitación a realizar un debate en profundidad para el cual contamos con nuevos hallazgos científicos que empiezan a mostrarnos otro camino para conocer, como por ejemplo la Física Cuántica, la Teoría de la Relatividad y otros nuevos campos de conocimiento que se vienen construyendo y que todavía no han logrado impactar las visiones particulares de las diferentes disciplinas científicas existentes. Estas siguen atrapadas por su visión mecanicista.

El gobierno, en todos sus niveles, ha debido intentar, por lo menos, en principio evitar la entrada de la enfermedad. Pero el Sistema nacional de salud y la medicina no actúan si no existe la enfermedad. Desde este punto empieza a operar su lógica. Necesita que exista la enfermedad para iniciar acciones. Llegado el virus se inicia el proceso de expansión del contagio y frente a este hecho la medicina está perpleja porque no cuenta ni con los medicamentos para tratarlo ni con la vacuna para evitarlo. Sin esas herramientas la medicina no tiene respuestas y el gobierno cae en esta lógica. Sin sus herramientas propias le toca inventar respuestas.

Como un refuerzo de la idea anterior, cito una declaración de una científica, quien tiene dos doctorados de la universidad de Harvard-medicina molecular y medicina tropical- quien hace parte de un equipo de científicos apoyados por la U. de Harvard y por el IMT, dedicado a elaborar pruebas para realizar exámenes rápidos. La científica nos dice que” el error que se cometió, refiriéndose al COVID 19, fue enfocarse en la creación de un tratamiento y no en diagnosticar temprana y rápidamente”.

Sin medicamentos y sin vacuna, la ciencia médica le aconseja al gobierno como una medida para evitar el crecimiento del contagio decretar la cuarentena, lo cual hace de manera inmediata. Esta decisión genera a pasos agigantados una crisis económica que va a poner al gobierno a repensar la medida para buscar una especie de equilibrio entre la protección a la vida y el caos económico, debe evitar la parálisis del aparato productivo que una cuarentena prolongada va a producir con todas sus nefastas consecuencias.

En estas circunstancias, el gobierno ya planteó una apertura que llama inteligente para ir habilitando gradualmente sectores productivos. Esta decisión está condicionada al no crecimiento de la pandemia. Si no se logra contener, advierte el gobierno, se volverá a implantar la cuarentena y más radical. Parece ser, y así lo han expresado, es crear una especie de pausa para dar tiempo a la producción de la vacuna. Se sabe que una liberación, aunque parcial, de la cuarentena si no se toman las medidas de protección bio sanitarias y no se elabora un protocolo sobre la base de las condiciones del virus y las experiencias médicas con productos de uso corriente, como se anotó anteriormente, no es difícil pronosticar el crecimiento del contagio. Un levantamiento, aunque sea parcial, de la cuarentena sin cambiar las medidas de protección será irresponsable. De qué sirve el conocimiento científico de las característica del virus si no se usa para evitar el contagio y el manejo de la enfermedad? Podemos preguntar con algo de validez, a quien beneficia este tipo de decisiones? Será que existe un poder capaz de orientar este comportamiento? Ciertos hechos parecen confirmar la pregunta.

5.1.- LAS VACUNAS, Sobre la validez y efectividad de las vacunas tenemos un terreno para un debate muy necesario. Existen investigaciones que cuestionan los efectos positivos de las vacunas y por el contrario encuentran efectos nocivos en su uso. También, existen denuncias sobre el mal uso que hacen de ellas para buscar efectos diferentes al del control de la enfermedad. El debate no se debe reducir a negar la validez de las vacunas, debe buscar poner en contexto su uso por sus implicaciones económicas y políticas. La sociedad, inducida por la Ciencia y por ideólogos del llamado Establecimiento, no debe abandonar la revisión crítica al uso de las vacunas.

Existen muchos investigadores y centros de investigación dedicados a estudiar los efectos negativos de las vacunas y a hacer seguimientos de sus aplicaciones para diferentes enfermedades y poblaciones. Escapa al objetivo de estas notas hacer una análisis completo del tema, por eso solo presentaremos algunos hechos que abran la necesidad de la revisión del tema. Para visualizar la importancia del debate sobre el uso de las vacunas citemos algunos ejemplos. Una Investigación promovida por la Iglesia Católica de Kenia, reveló que una campaña de vacunación contra el tétano, organizada y apoyada por la OMS y la UNICEF producía la esterilidad en muchas de las mujeres que la recibieron. El 30% de las dosis recogidas durante la campaña contienen la HGC, componente que causa la esterilidad. La denuncia afirma que el financiador de la campaña fue Bill Gates.

El estudio A2017 (Morgensen et al.2017) mostró que la popular vacuna DTP de la OMS está matando más niños africanos que las enfermedades que pretende prevenir. Gates y la OMS se han negado a retirar la vacuna letal que se está aplicando a millones de niños africanos anualmente.

Existen muchas denuncias de efectos nocivos de la aplicación de vacunas y en varias de ellas aparece la participación de Bill Gates. No era intención de esta reflexión personalizar el debate, pero en la literatura que encontré sobre aplicaciones recientes de vacunas con efectos secundarios nocivos aparece el famoso empresario y presentan pruebas de su poder en la OMS a través de inmensas donaciones.

Desde hace tiempo, existen denuncias que explican el autismo como consecuencia de la aplicación de vacunas. Se ha denunciado, por ejemplo el uso del aluminio en algunas vacunas por sus efectos tóxicos y los problemas de salud, y aún de muerte, que ocasiona. La literatura sobre el tema es extensa y sería recomendable que los gobiernos, los sistemas de salud, el cuerpo médico y los ideólogos del Régimen la revisaran con actitud desprevenida.

5.2.- LA EPIDEMIOLOGIA. Dentro de este contexto crítico del manejo institucional de la pandemia producida por el virus COVID-19, es importante revisar los análisis y proyecciones elaborados por la epidemiología, la cual es definida como una disciplina científica en el área de la medicina que estudia la distribución, frecuencia y factores determinantes de las enfermedades existentes en poblaciones humanas. Los gobiernos colombianos, tanto el nacional como regionales, afirman permanentemente que muchas de sus decisiones se apoyan en las recomendaciones de los epidemiólogos. Es la Ciencia la que está detrás de nosotros, nos dicen casi todos los días.

Los epidemiólogos realizan análisis y proyecciones usando bio- estadísticas y modelos matemáticos rigurosos. La aparición de una variable no contemplada en el modelo, evento frecuente sobre todo cuando estudian el comportamiento de nuevos virus, modifica sustancialmente las proyecciones.

Presentar este tema no es caprichoso porque la producción de medicamentos y vacunas está en gran parte apoyado en las proyecciones epidemiológicas. Antes habíamos anotado que las decisiones de los gobiernos obedecen a sus estudios. La idea no es negar la validez de los estudios epidemiológicos los cuales ayudan mucho a comprender los procesos de evolución de una patología. Ordena los datos, los clasifica, les da sentido, señala caminos. Es demasiado útil para conocer el camino natural de una enfermedad y los efectos de las intervenciones Pero no siempre, sus análisis y proyecciones son respaldados por la realidad. No buscamos su negación. Buscamos reconocer el terreno en que se mueve, que no siempre es sólido. Por ejemplo, no siempre los encargados de tomar decisiones aplican totalmente sus recomendaciones sino que introducen, por algunas razones, elementos que las desfiguran. Ese es un caso, pero pueden existir otras razones que los expertos lo podrán explicar.

Para entender lo arriba mencionado, tomemos un caso. En 1997 apareció un virus, el virus de la Gripe Aviar, que fue catalogado como pandemia. En septiembre de 2005 la OMS pronosticó que este virus iba a matar a 7.400.000 personas en el mundo. Cuando terminó la pandemia solo murieron 272 personas. En este evento empezamos a ver los desfases entre la realidad y los pronósticos. No conozco cuantos casos más existen. Los expertos lo dirán. Solo lo uso para presentar un elemento clave presente en los procesos de manejo de enfermedades que se clasifican como epidemias o pandemias. Por ejemplo, el pronóstico de la OMS condujo a gobiernos a financiar investigaciones para producir medicamentos y una vacuna. Un laboratorio americano produjo un medicamento, el tamiflu, y muchos gobiernos presionados por la OMS hicieron compras millonarias, dinero que se perdió porque no tuvieron oportunidad de usarlo por el bajo contagio. El laboratorio que la produjo si hizo un gran negocio. Y algo más grave, en Japón tuvieron que prohibir su uso, el medicamento se utilizó para combatir un nuevo virus, el de la gripe porcina, porque el medicamento tuvo efectos secundarios letales, mayores que la enfermedad que estaba tratando.

El ejemplo es un llamado de atención porque para frenar el contagio del COVID 19, los gobiernos, los sistemas de salud y organizaciones como la OMS están presionando a los laboratorios para que produzcan la vacuna. Los expertos no dicen que una vacuna no estará lista para aplicarla a humanos antes de año y medio o dos años. Las cifras de contagio y muertes no dan espera y por eso, y ese es un gran peligro se está solicitando que para este caso se obvien algunos pasos del protocolo para producirla y realizar las pruebas de rigor.

5.3.- CULTURA DE LA SALUD VS CULTURA DE LA ENFERMEDAD.

Todos estos fenómenos y comportamientos que de manera breve hemos mencionado, nos permiten presentar un tema de debate muy necesario y que en parte, explica las críticas anteriores. Empecemos diciendo que no es fácil negar el papel positivo que el uso de las vacunas ha significado para la Humanidad. Enfermedades y pandemias que han tenido efectos catastróficos sólo se han superado por el uso de las vacunas; de cierta manera, ellas han traído tranquilidad y seguridad. Recordemos los casos del sarampión, y de la viruela, sin vacunas han podido extinguir a la humanidad. Esto es cierto y por eso el conjunto de la Sociedad tiene fe en ella.

Pero esta presentación y este reconocimiento no se pueden hacer sin introducir otros elementos claves para entender el funcionamiento de la Sociedad. Y en este caso, nos referimos al llamado NEO-LIBERALISMO, una nueva etapa que recrea las condiciones de reproducción del Capital. Este modelo que se le impuso a la Sociedad está llevando a situaciones extremas de concentración de la riqueza, y por lo tanto situaciones de pobreza extremas. Un arrasamiento del medio ambiente, que pone en peligro la vida del planeta. El cambio climático no es invento de mentes desviadas. Y, así, podríamos citar más fenómenos negativos.

Es un modelo que privilegia la transferencia de la riqueza a sectores improductivos usando medidas jurídicas. Por ejemplo, el sector financiero no produce riqueza, presta un servicio. Y a su vez, parece que le quita protección a los sectores productivos. Por eso, el sector financiero se ha vuelto el más poderoso de la Sociedad. Para no ir muy lejos, las medidas tomadas por el gobierno colombiano dentro de la crisis del COVID 19, se dirigen a fortalecer el sistema financiero más que al productivo.

La anterior es una nota para entender el tema de la salud. Dentro de este esquema, la salud deja de ser un derecho fundamental para fortalecer la idea de negocio, la enfermedad, en este contexto, es una nueva mercancía. Y aquí, una anotación clave, Los Sistemas Nacionales de Salud, desde hace varios años, casi un siglo, son SISTEMAS DE MANEJO DE LA ENFERMEDAD. También, Las llamadas facultades de salud forman profesionales para el manejo de la enfermedad. No están formados para cuidar la salud, que debería ser su eje de práctica profesional. Por eso no deberían llamarse de SALUD sino de ENFERMEDAD. En Colombia la ley 100 de 1993 que restructuró el Sistema de Seguridad Social, le entregó el manejo de la salud y de las pensiones al sector privado, y más concretamente al sector financiero. Es decir, por ley la salud se vuelve negocio y eso le evita al sistema hacer malabares ideológicos para justificarlo. Se sabe, y es parte de su esencia, en términos de Max Webber, que la empresa privada se crea para generar ganancia, y el Estado para satisfacer necesidades sociales. No podemos pedir otra cosa. Los sistemas nacionales de salud a través del manejo de la enfermedad garantizan las ganancias de algunos actores del sistema.

Ahora bien, la orientación de las llamadas facultades de salud, las prácticas médicas y los sistemas nacionales de salud, han construido, en la realidad, toda una Institución, con organizaciones, estructuras, normas y reglamentos, líneas de poder y autoridad con mecanismos de control, que incluye premios y castigos, presupuesto, todo ello produjo lo que se llama LA CULTURA DE LA ENFERMEDAD con todo un sistemas de valores y hábitos que induce en los individuos y pacientes, ahora llamados clientes, actitudes y comportamientos que responden a dicha cultura. Como parte de esta cultura, El sistema le envía al paciente un mensaje, quien lo ha internalizado muy bien: enférmese que el sistema le ofrece al médico, al especialista, a los laboratorios, los fármacos, el hospital, la cirugía y finalmente la sala de cuidados intensivos. Ud no haga nada, póngase en nuestras manos. Esa es la realidad del sistema.

Esta cultura de la enfermedad está presente en estos momentos para enfrentar al COVID 19. Dentro de la cultura de la enfermedad, el MIEDO es un elemento clave que usa el sistema frente al individuo. La enfermedad es un enemigo a vencer, y en muchos casos es un enemigo poderoso. Y para enfrentarlo se necesitan armas, cuyo poder depende del peligro de la enfermedad. Y si miramos despacio, utiliza terminología de guerra, tan común en esta sociedad, la cual a todo problema le declara la guerra, por ejemplo, guerra a la pobreza, guerra a la corrupción y hasta ahora no ha ganado ninguna de estas guerras. Y esas armas son los fármacos. Si no tenemos los fármacos especiales para una enfermedad estamos indefensos. El enemigo nos va a destruir. Les suenan comunes estos hechos?

Existen las investigaciones, las experiencias y los conocimientos para construir una CULTURA DE LA SALUD. No lo hacen por los intereses económicos existentes alrededor del manejo de la enfermedad. El sistema económico no suelta su presa. Qué diferente sería el panorama si en lugar de la cultura de la enfermedad, el COVID 19 de manejara con las pautas de la cultura de la salud. Este es un debate importante para desentrañar la realidad del régimen dominante.

VI.- SINTESIS I

Estas notas son una visión crítica a las decisiones que el gobierno colombiano, en todos sus niveles, ha tomado y a los soportes científicos para manejar la crisis producida por el virus COVID 19. Primero no evitó su ingreso al país, o ha podido regularlo para ejercer control. Segundo, cuando empieza su contagio no toma las medidas precisas y sus decisiones de cierta manera estimulan su crecimiento. Tercero, centró su acción en el aislamiento de las personas, y en todos sus discursos las ha presentado como las responsables del contagio y de su expansión. Cuarto, se olvidó por completo del conocimiento científico que se tiene del virus lo cual le hubiese permitido tomar otras medidas. Quinto, este manejo errático no ha detenido ni el crecimiento del contagio ni el número de muertos. Para consuelo, dicen que si no se hubiese decretado la cuarentena la situación sería peor. Esto puede ser cierto, porque se olvidó de la esencia del virus para combatirlo. Sexto, la cuarentena ha traído y va a traer consecuencias sociales y económicas desastrosas. Séptimo, las acciones médicas han puesto sus esperanzas a la producción de la vacuna, sin considerar todo el contexto que implica esa solución.

Hasta aquí la primera parte. La segunda va a estar asociada a un levantamiento gradual de la cuarentena. Los problemas económicos no dan espera. Pueden ser peores que el problema de salud. Ya muchos países en el mundo lo están haciendo. Pero como lo anotamos arriba, esa apertura gradual debe darse en un contexto que permita controlar el virus de acuerdo a los conocimientos científicos que se tienen de él. Si se sigue manejando el aislamiento social tal como se está haciendo la crisis sanitaria va a empeorar, es decir, aumento del número de contagiados y de muertes. Este es un tema crucial al cual el gobierno debe prestar toda su atención. Seguir escuchando los cantos de sirena que alaban su manejo de la cuarentena va a llevar al país al despeñadero.

Para terminar podemos decir que si a todo lo anterior le agregamos otros fenómenos sociales derivados del virus como el desmonte de la protesta social, la paralización de la justicia, intimidar a la sociedad con la herramienta del miedo, la cuarentena como posible experimento de control social, tomar medidas económicas favorables a sectores privilegiados de la sociedad, reemplazar políticas de Estado por el asistencialismo, abonar el terreno para que las farmacéuticas hagan sus negocios,etc explican el título de estas notas: COVIS 19 UN VIRUS CAIDO DEL CIELO. Una primera razón.

SINTESIS II.-

Estas notas no es un artículo científico, no tiene esta pretensión, es solo un ensayo social para presentar datos, hechos y conceptos con la idea de estimular un debate.

Se aprovecha de la crisis provocada por un diminuto virus que ha obligado al conjunto de la sociedad, con todos sus aparatos e instrumentos a movilizarse para buscar destruirlo, para criticar a esta sociedad. Es una crítica a esos movimientos institucionales que han usado todos los recursos disponibles con resultados poco prometedores. Se critica, también, la ausencia de esfuerzos por encontrar caminos innovadores. Es una sociedad amarrada por intereses particulares y egoístas. Las crisis no son para solucionarlas sino para sacar provecho particular de ellas.

Esta postura no me compromete con el campo de la conspiración, aunque reconozco que tiene elementos provocadores que estimulan su conocimiento. Lo hago desde la lógica y la racionalidad que la MODERNIDAD construyó para consolidarse. No he querido usar opciones alternativas, si se quiere, es una crítica desde adentro de su esencia. Pero reconozco, y esta idea si está presente en la reflexión, que la MODERNIDAD está en crisis, tal como lo plantea Fritjof Capra, reconocido físico y profesor en la universidad de Berkeley. La Sociedad está inundada de crisis, aparecen todos los días y por todas partes, se habla de la crisis de los valores, de la familia, de la economía, de los partidos políticos, de los sistemas de salud, del medio ambiente, etc. Y las ciencias particulares hacen esfuerzos por entender estas crisis desde sus perspectivas particulares para buscar soluciones, que cada día están más lejanas. Como se dice, los Think Tank están vacíos. Siguiendo a Capra, no son crisis individuales, es la crisis del paradigma de la MODERNIDAD que invita a construir un nuevo modelo de sociedad. Es una invitación al verdadero cambio. Aprovechar la crisis para consolidar el presente sería un error histórico.

El COVID 19 está desnudando vacíos, limitaciones y errores de la llamada civilización: ciertamente, es un VIRUS CAIDO DEL CIELO. Segunda razón.