
Una vez establecido el Congreso de la República de Colombia, y después de confirmar la forma en que se va a ocupar el Senado y la Cámara de Representantes por los próximos cuatro años, por primera vez en nuestro país, al menos en su historia contemporánea, se asoma la noción de esperanza que surge de la jornada electoral debido a que las fuerzas electores poco a poco va retornando a los verdaderos representantes del pueblo, que se hace muy diferente de las maquinarias políticas que siempre han gobernado este país. Si, lo que hizo el Pacto Histórico es monumental. Épico. Ahora, junto a las posibles alianzas que puedan surgir con las fuerzas de oposición en contra de los partidos de derecha de este país, y sus nefastas políticas, nace la oportunidad de realizar una verdadera oposición que pueda tener un carácter decisorio dentro del Estado, que no es lo mismo de la lánguida pero importante labor producida durante el periodo actual, donde la ley de mayoría en el Senado hizo imposible realizar una oposición real.
En ese sentido, después de las elecciones del domingo pasado es que se puede decir: las fuerzas del Estado se están equilibrando a favor de todos. Pero no todo está hecho ya, la celebración por el momento debe parar. Las curules del Pacto Histórico deberán enfrentarse a las curules del Partido Conservador, Centro Democrático, Cambio Radical, Partido de la U, entre otros, que con su fuertes maquinarias clientelares, criminales, y de redes de corrupción tienen coaptado el Estado a favor de sus intereses, motivo por lo cual no va ser sencillo derrotarles. La lucha apenas comienza. Es por eso que hoy más que nunca no nos podemos confiar en el triunfo, y va a ser necesario el acompañamiento, el seguimiento y la veeduría de todos nosotros, los interesados en asuntos de política, para llevar a cabo una verdadera oposición que nos conduzca al cambio esperado. La tarea no está hecha lo cual hace que todo el camino esté por recorrer. Lo que aconteció en las elecciones demuestra de forma clara que el pueblo poco a poco va despertando de su embrujo, y ya demuestra cansancio de sus dirigentes.
Después de estas elecciones la Cámara y el Senado de Colombia nuevamente volverán a ser esos escenarios de lucha con altura e intelecto que tanta falta hace al país. Sin duda alguna el triunfo del Pacto Histórico le dará el equilibrio que necesita. Esperemos lleguen esos nuevos vientos. Por lo demás, felicitaciones a todos los congresistas electos. Solo nos queda decir: Seamos prudentes en la celebración, que este triunfo no nos nuble la razón.
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