Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

La Distracción como Estrategia de Manipulación Política

Esta es la primera entrega de un especial de diez artículos sobre estrategias de manipulación política

El año pasado compartíamos un artículo sobre las Diez Estrategias de Manipulación a través de los Medios, elaborada originalmente por el pensador norteamericano Noam Chomsky.

Dadas las actuales circunstancias político-sociales vamos a detenernos y, estrategia por estrategia, comentaremos algo sobre cada una de ellas. Comenzamos, entonces, con la primera, la Distracción.

El control social (inverso) es la táctica, es el objetivo. Consiste en desorientar al público respecto de los problemas reales y de los cambios decididos por las élites, todo a través de la inundación de distracciones e informaciones insignificantes.

Colombia es víctima constante de una distracción programada, diseñada y ejercida de arriba hacia abajo, de Estado a Pueblo a través de los medios. El espectáculo es un juego indispensable para impedir que el público se interese por adquirir los conocimientos esenciales en ciencias, salud, economía, psicología, derecho, política, filosofía.

La ignorancia, el analfabetismo, el oscurantismo, el atraso, la barbarie y el desconocimiento son orgullo nacional.

  • El objetivo es mantener al público ocupado, sin ningún tiempo para pensar, que la atención permanezca lejos de los verdaderos problemas sociales desviándola a temas sin jerarquía.
  • Fiscalía llama a este o aquel, pero ¿al otro por qué no?
  • Vacuna sí, vacuna no.
  • Reinados de belleza, futbol o ciclismo.
  • Chávez o Maduro, Madonna o Maradona, Biden o Trump, Petro o Paloma, Putin o Macri.
  • Los falsos enfrentamientos políticos y las falsas noticias.
  • Noticieros, farándula, etc., etc.

Pero ¿Qué es el buen Control Social según la constitución de Colombia?

Es el derecho y deber que tiene todo ciudadano para prevenir, racionalizar, proponer, acompañar, sancionar, vigilar y controlar la gestión pública, sus resultados y la prestación de los servicios públicos suministrados por el Estado y los particulares; garantizando la gestión al servicio de la comunidad. Es decir, la posibilidad de ejercer un control de abajo hacia arriba, de Pueblo a Estado, como debe ser.

El ciudadano del común, vergonzosamente, desconoce los mecanismos que establece la Constitución para ejercer un control social:

  • El derecho de petición (toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o particular).
  • Las denuncias.
  • Las veedurías ciudadanas (la ciudadanía puede ejercer el derecho a la participación en la fiscalización de la gestión pública, en los distintos niveles de la administración).
  • Las audiencias públicas (espacios de participación ciudadana en donde cualquier persona interesada en la ejecución de recursos públicos expresa su opinión y presenta denuncias).
  • La rendición de cuentas (espacio de interlocución entre los servidores públicos y la ciudadanía).

P. D. Como se puede observar, no existen como mecanismos de control social reconocidos por la Constitución de Colombia: la queja (virtual o física); el voz a voz; el susurro; el meme; el chiste; la ofensa; la caricatura o el corrillo; entre otras tantas que a diario padecemos, oímos y leemos.