Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

La justicia vuelve a retar al poder

Esta semana se divulgó el nuevo libro de una de esas periodistas-investigadoras de Colombia, Martha Soto, sobre un abogado del narcotráfico. A propósito de ello, gracias a una de las más tesas activistas colombianas en NYC, este otro libro de la autora llegó a nuestras manos: «Velásquez El retador del poder». 

En este libro se cuenta ampliamente la historia del ahora ministro de defensa, Iván Velásquez, y de cómo sobrevivió a los políticos paramilitares, al presidente Alvaro Uribe y todo el aparato criminal en el que se transformaron Presidencia, Congreso, inteligencia policial, CTI, Fiscalía y Procuraduría.
Quince de los compañeros investigadores de Velásquez fueron asesinados después de que dieron con las cuentas secretas de paras y políticos ubicadas en una oficina parapetada en el llamado parqueadero Padilla del centro de Medellín. 

Este libro nos recuerda las masacres previas a la construcción de Hidroituango, El Aro y La Granja, el asesinato del defensor de derechos humanos Jesús María Valle. El relato indica cómo en octubre de 1997, durante 4 días, los paramilitares asesinaron a 17 personas en el corregimiento de El Aro, municipio de Ituango, sin que él gobernador de Antioquia de entonces, Uribe Vélez, y sus militares tomarán acción alguna para proteger a la población. 

Nos cuenta este libro todo lo que hizo la Fiscalía para no investigar, sobre cómo iban cayendo oportunamente los testigos asesinados, cómo se hizo caso omiso de las pruebas que conducían hacia Uribe Vélez; de las chuzadas para desprestigiar a la Corte Suprema de Justicia y al magistrado auxiliar Iván Velásquez que intentaban frenar, como lo lograron, el caso de la parapolítica. 
En “El retador del poder”, queda claro que la Fiscalía se corrompió a favor del crimen organizado y político desde Luis Camilo Osorio, Alfonso Gómez Méndez, Néstor Humberto Martínez, y de ahí en adelante hasta nuestros tristes días. 

Pero ojo, no hay sentencia o investigación que lo demuestre, porque justamente este libro nos enseña que los entes de control terminaron convirtiéndose en entidades corruptas que se han dedicado a lavar la imagen de la delincuencia en el poder.

El libro sobre Velásquez nos cuenta de la Corte Suprema que, digna e impoluta, metió a la cárcel a 45 congresistas aliados de los asesinos que masacraban y desplazaban, pero que lenta y gradualmente fue tomada por los aliados de la corrupción y la muerte. 
Fue cuando patearon fuera de la Corte Suprema a Velásquez al magistrado estrella contra la parapolítica, y en la Procuraduría montaron al vergonzoso Alejandro Ordoñez, que se encargó de entorpecer y mantener la persecusión para detener a Iván Velásquez, “lo necesitamos en la cárcel”, se narra en las grabaciones de paras y agentes del estado. 

La noticia hoy, que sucede a propósito del libro “Velásquez. El Retador del poder”, es que La Corte Suprema de Justicia ha ordenado consumar un expediente donde se investiga la relación de Uribe Vélez con las masacres de El Aro, La Granja, y el asesinato de Jesús María Valle que había denunciado la participación de Uribe y las Fuerzas Militares en tales matanzas.
La revelación indica que la Corte ha solicitado la recaudación de las pruebas existentes a la Fiscalía, la Procuraduría y se solicitaron los testimonios que jefes paramilitares han dado, incluso a los medios de comunicación. 

Al propio ministro de defensa, Iván Velásquez, se le ha solicitado que se envíe todo el acervo probatorio en manos de esa entidad con respecto al caso Uribe y estos crímenes de lesa humanidad. Nadie otro como Iván Velasquez para prestar este tipo de colaboración a su antigua casa de justicia.
Otra vez Velásquez es la pesadilla de Álvaro Uribe Vélez, con la Corte Suprema, y eso que ha sido permeada por las “jugaditas” de poder del expresidente. 
¿Hasta dónde llegará este caso? ¿Se levantará la impunidad que ha cubierto estos casos y se develará la manera en que los entes de control sirvieron para proteger a Uribe y enlodar a los testigos y desestimar las abundantes pruebas que libros como el que esta columna presenta hoy, relatan con lujo de detalle? 
Esta vez, ¿con qué argucias intentará frenar a la Justicia Uribe Vélez?

Por: Néstor Cristancho