Cuando somos capaces de ir más allá del bien y del mal. Se acaban los problemas.
Ya pareces una seguidora fanática de Trump. Así que disfruta mientras puedas, de hablar de lo que te dé la gana. Hasta que te corten el que puedas hacerlo.
No creo en nadie. Así que, los que mencionas y crees que son santos, no lo son. Aunque digas que son los mejores. Todo es una mentira. Para seguir alimentando nuestro ego, el ‘yo’. Por el miedo a quedarnos solos. Siendo lo que realmente somos: la nada, todo un invento, una ilusión para estar entretenidos. Tapando esa nada que es tan preciosa, saludable, espiritual, humanista. Pues ahí está, la compasión, el amor.
Son tan intolerantes como tú, como todos.
¿Aún no te has dado cuenta, que todos somos iguales?
Míralo y verás como no hay salida ni con el fascismo -que tanto amas-, ni con el socialismo, ni comunismos -que tanto odias-.
Tú mismo.
La libertad es amor. Ponlo a prueba y lo verás.
“Es filosofía, tú escribes de jerarquía, que es totalitarismo, yo escribo de la naturaleza de la vida”.
No corras tanto. Tú y yo ¿no somos lo mismo, tenemos las mismas pulsiones? Queremos vivir, queremos buenos alimentos; necesitamos dinero, aunque sea poco; necesitamos tener buenas relaciones, con las personas con quienes convivimos, los compañeros de trabajo, los vecinos.
¿Dónde ves la diferencia?
Ese orden y mando, suena a dictadura cruel, sanguinaria, de matanzas en masa. ¿Es eso lo que quieres?
¿Tan pobre y apurada estás?
El problema es si tú eres demócrata. A mí déjame en paz de momento.
Lo único que va a cambiar radicalmente nuestras vidas. Es tener compasión, amor, por toda la humanidad, los animales, todo lo que existe.
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