
En tiempos donde el acceso a la información es ágil, sencillo y dinámico noto y, con preocupación, una cosecha interminable de ciertos personajes que gracias a su carisma y un mensaje impactante e innovador que, acompañados de una campaña publicitaria muy agresiva en redes sociales, están ganando cada vez más adeptos y los convierten en sus más fervientes seguidores. Me sorprende además que muchos emprendedores empresarios estén dispuestos a escuchar el mismo mensaje de siempre y que tampoco les importe pagar grandes sumas de dinero para tomarse una foto con el gurú de moda, con el adalid del emprendimiento, que pretende, con unos sencillos tips que, aplicados a cualquier modelo de negocio, convertirán una simple idea en un éxito asegurado; llegando a la paradoja que si los resultados no son los que se esperaba entonces fue culpa del emprendedor por no aplicar los pasos correctos y en su estricto orden llevando, a quienes se embarcan en la tediosa tarea de emprender, a un camino de frustraciones muy diferente de la idea que les fue vendida inicialmente: un camino emocionante y con mucho dinero de por medio. Si se están preguntando por qué pienso así permítanme ilustrarles la idea con el siguiente hecho de la vida real
En la Isla de Man, dependencia autónoma de la corona Británica, ubicada entre Inglaterra e Irlanda se juega uno de los torneos más duros e importantes del ajedrez clásico mundial, el Grand Swiss Tournament. Más de 150 jugadores de la élite como Magnus Carlsen, Fabiano Caruana, Viswanathan Anand y muchos de los mejores del mundo hicieron parte de la última versión del torneo realizado del 10 al 21 de octubre pasado. Jugado a 11 rondas, su campeón obtiene un cupo al torneo de candidatos que, a su vez, elige al retador del campeón del mundo actual para disputar el título en noviembre del próximo año. Se jugaba la octava ronda en la que se medían los rusos Sergey Karjakin y Aleksey Dreev y en la mesa contigua Alexei Shirov representando a España contra el chino Yu Yangyi. Las partidas comienzan con bastante naturalidad librándose una muy interesante batalla teórica con la casualidad que en ambos tableros se estaban planteando las mismas jugadas tanto para las piezas blancas como para las negras. Transcurridos unos 20 minutos de juego y, repito, con la misma secuencia de movimientos por parte de los cuatro jugadores viene la novedad: Sergey Karjakin, que jugaba con las blancas, realiza una jugada nunca antes hecha que, para los módulos de análisis fue una imprecisión que le devolvía a las negras la ventaja que había conseguido en la posición.
Inmediatamente, en la partida de al lado, Shirov, realiza la misma novedad. El mundo del ajedrez se sorprende con la irreverencia mostrada en ambos tableros. Lo más inquietante está por venir. Los siguientes tres movimientos fueron las mejores jugadas que los módulos proponían pero en la jugada 18, el mismo Karjakin realiza un error garrafal que le da a las negras una ventaja definitiva para hacerse con la partida. Y ¿qué pasó? Shirov hace el mismo movimiento. Las transmisiones en vivo empezaron a sugerir que Shirov estaba copiando los movimientos de Karjakin y los rumores crecían. Karjakin aventaja a Shirov por casi 100 puntos ELO que en ajedrez y, en la élite, es una diferencia considerable. Karjakin era una referencia para Shirov y así lo dejaba notar replicando los movimientos del ruso. Yu, rival de Shirov, responde rápidamente con una jugada impensada y calificada como una “metedura de pata” que le sacó la partida del bolsillo y se la devolvía a su contrincante. En el tablero de al lado, e inmediatamente, Dreev hace el mismo movimiento. El rumor se esparció como pólvora y los jueces, dos movimientos después, deciden separar a los jugadores. ¿Cuál fue el resultado al final? Karjakin ganó su partida y Shirov sobrevivió para llevarse un empate.
Muchos dicen que Shirov no se preparó lo suficiente para su partida y que al ver que al lado tenía un muy buen referente decidió jugar lo mismo que Karjakin propuso. Una “novedad” ante una falta de preparación debería ser una apuesta segura y no siempre es así. Esto sucede con bastante frecuencia con muchos emprendedores que, alentados por el mensaje innovador de: emprender es una aventura divertida, no se preparan lo suficiente y aunque, siendo los que mejor conocen su propio modelo de negocio y sus clientes, deciden imitar lo que los grandes influenciadores del marketing, la innovación y el emprendimiento les dicen que deben hacer. Las referencias son buenas pero las imitaciones no. Nadie puede decirles, amigos emprendedores, lo que tienen que hacer para alcanzar el éxito con su idea de negocio, ni siquiera otro que esté en su mismo sector. Las estrategias son únicas y se debe desarrollar una que permita alcanzar los objetivos que se han planteado.
En este espacio llamado “Camino Emprendedor” pretendo hablar de estrategia, emprendimiento, empresa de una manera real, con una experiencia a cuestas de varios años y así brindar herramientas que les permita diseñar un modelo de negocio único y diferenciado. Lo haré desde un punto de vista y una metodología diferente: el ajedrez.
Felipe Franco
@CamEmprendedor
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