La empresa público privada que busca crear el alcalde Ospina con base en un proyecto de acuerdo del Concejo Municipal, hace parte de la estrategia de marchitamiento del patrimonio público de Cali, que se ha gestado de tiempo atrás con el concurso de la clase política de la ciudad y que de aprobarse tendría la posibilidad de incursionar en los negocios de la seguridad privada, la semaforización inteligente, el alumbrado público y demás proyectos relacionados con las tecnologías de las comunicaciones.
Sus asesores aseguran que la nueva sociedad no tiene otra finalidad que la de servir de soporte tecnológico y operativo de las secretarías que prestan determinados servicios públicos, argumento que solo tiene un carácter aparente, ya que dicha empresa asumirá las funciones de regulación, conectividad y aplicación de las plataformas tecnológicas, en tanto que se apropiará del alumbrado público que hasta el momento se encuentra en manos de Megaproyectos por concesión del municipio.
El control fiscal, administrativo, disciplinario y social en este tipo de sociedades comerciales se limita exclusivamente a fiscalizar el manejo de los aportes de capital de los socios de la empresa público privada, la cual se rige en general por las normas del código de comercio.
Por lo demás, la entrega de facultades al alcalde para escoger al socio privado constituye de por sí una prerrogativa que impide toda posibilidad de seleccionar objetivamente un eventual socio capitalista que en este caso actúa conforme al principio de obtención de mayores ganancias con el mínimo de costos.
Desde la veeduría que representamos solicitamos al Concejo Municipal no aprobar dicho proyecto de acuerdo, al tiempo que pedimos la realización de un gran debate público sobre el presente y futuro de Cali procediéndose a convocar un Cabildo Abierto, por ser éste, un asunto de interés general y encontrándose de por medio la defensa del patrimonio público de la ciudad.
Con la constitución de esta nueva empresa producto de la improvisación y del afán político desmedido del alcalde Ospina, se podría estar repitiendo la experiencia que hoy padece Metrocali ad portas de su liquidación debido a los errores de anteriores administradores y la falta de planeación acorde con los intereses y necesidades de los usuarios, lo que podría suceder con la creación de Cali Ciudad Inteligente, que tendrá mucho de privada y muy poco de pública.
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