
Hace 15 años empecé a escribir una novela futurista en que lo digital dominaba el mundo. Aunque no predije el uso predominante de los teléfonos inteligentes (en mi novela la información personal se llevaba en chips subcutáneos), la realidad casi ha superado mi imaginación. Hace 15 años escribía yo que en el mundo se estaba discutiendo si eliminar el dinero en efectivo y permitir únicamente las transacciones electrónicas. Y ya hemos llegado a ese punto.
El comercio por aplicaciones de celular o por internet es cada vez mas grande y las personas cada vez acuden menos al efectivo para sus compras cotidianas. Veamos como nos podría afectar acabar con el dinero en efectivo.
En primer lugar veamos quienes estarían detrás de esta idea. Better than cash Alliance es un fondo de desarrollo de capital de las Naciones Unidas que promueve el uso de los pagos electrónicos en lugar de los pagos con efectivo. Usar canales de pago digitales en el día a día según ellos es una fuente de progreso y desarrollo económico pues invita a un mayor numero de ciudadanos a utilizar los servicios bancarios. (Ver Bancarización ). Entre mas bancarizada esté la población de un país, hay mas acceso al crédito y se dinamiza la economía. Con estos conceptos, grandes marcas como VISA, MASTERCARD, AMAZON, MICROSOFT, PAYPAL, FACEBOOK y otras pretenden hacerse con la mayoría del comercio a nivel mundial.
A los gobiernos les puede afectar de varias formas acabar con el efectivo. Por un lado, un sistema de pagos sin efectivo reduce la posibilidad de evasión fiscal. Si todas nuestras transacciones quedan registradas con la factura y los pagos electrónicos, se vuelve muy difícil mentirle a la administración de impuestos. De otra parte los capitales provenientes de actividades ilegales o de corrupción, se tornan mas difíciles de justificar y mas fácil de controlar. En un mundo sin efectivo, los gobiernos tienen mas conocimiento de las actividades económicas de sus ciudadanos. Sin embargo, sin efectivo, los gobiernos pierden también ciertas herramientas que tradicionalmente han usado para controlar la inflación restringiendo o aumentando la disponibilidad de dinero en la economía. Con el dinero electrónico las empresas de crédto privadas pueden en la práctica emitir dinero con solamente dar un cupo de crédito al ciudadano escapando al control de los bancos centrales y posiblemente creando inflación.
Algunos empresarios preferirían no tener efectivo para reducir el riesgo de robos en sus organizaciones, y en paises desarrollados han surgido restaurantes y tiendas «No Cash» donde no se recibe efectivo.
Para los ciudadanos, puede ser más cómodo pagar con tarjeta o con el smartphone o con cualquier otro medio de pago electrónico, pero deberíamos empezar a preocuparnos por como esto nos afecta en el día a día y a nuestras libertades personales. ¿Quien va a tener acceso a la información de nuestros hábitos de consumo? ¿Nos conviene que un sistema lleve el registro de donde estamos basado en nuestro registro de compras? ¿Cuanto se van a demorar en correlacionar nuestra información financiera con nuestras ideas políticas, para premiarnos con programas de asistencia y créditos si estamos de acuerdo con el gobierno de turno o castigarnos si disentimos?
Debemos tener ojo avizor con estos temas, pues a nivel mundial se están tratando y lo que surja en otros países tarde o temprano nos va a afectar.
PABLO ANTONIO PEREZ VALENCIA.
@paperezvalencia
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