Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Nunca un Negativo ha sido tan Positivo para mi

Aparte del pánico que genera ser sospechosa de Covid – 19, y la sintomatología que más de una vez he creído tener en medio de esta cuarentena, he sido víctima  de la neurosis ocasionada por la misma, por haber estado posiblemente expuesta al contagio hace más o menos mes y medio, cuando aburrida que en los domicilios llegara cualquier cosa, salí a hacer el mercado y a escoger las frutas y verduras.

Para mí en esta oportunidad los síntomas no hacían parte de la neurosis ocasionada por el encierro. Eran reales, el malestar que me invadió todo el cuerpo, el dolor de cabeza intenso, igual en todo el cuerpo, el dolor de estómago como de salir corriendo y no alcanzar a llegar, el frío de invierno en un clima cálido como el de Cali, casi casi  con un frío sepulcral, las manos gélidas, un malestar generalizado con dolor de  espalda, de piernas, de brazos, de articulaciones,  algo inimaginable; cómo estaría de mal que yo misma llamé a mi prepagada, yo, que le huyo a los médicos.

Y mi auto confinamiento dentro de la alcoba, vajilla y ropa separada en medio de la cuarentena, que ya lleva más de 40 días, que digo, más de 100 días.

Me llegaron llamadas cuestionándome sobre los diferentes síntomas, para finalmente decirme que un profesional en el campo me llamaría. Efectivamente me llamó una doctora que volvió a hacer prácticamente las mismas preguntas que ya antes había respondido, y me dijo por qué me recetaría lo que me formuló y cúal era el  orden de los medicamentos y, a partir de allí, me volví “sospechosa de Covid -19” pues su última ordenanza fue la prueba, aunque dijo que era solo para descartar la duda.

Inicié allí un calvario entre la pena, (no de vergüenza, sino de pena moral, como de pérdida) y el dolor físico. Me hacían una y otra vez el mismo cuestionario, para finalmente decirme que al día siguiente a las 7:00 am me tomarían la prueba. Prueba con apellido prioritaria, porque yo estoy confinada con mi madre, una mujer de 86 años, prediabética, anticoagulada y medicada para la presión. Fue en ese ,momento, que en un acto de valor para unos y de bobada para otros, publiqué en mis redes:

“soy sospechosa, los que han estado conmigo estén alertas, les avisaré cuando salga la prueba”

Las reacciones fueros variadas, hubo quienes lo tomaron como un chiste, cuando para mí era algo muy serio; otros con susto y otros con la fórmula recomendada. Entonces no me quedó de otra que acudir a  todos los antídotos caseros y” efectivos” contra el coronavirus:  jengibre con limón, ajo y miel;  bicarbonato de sodio con el remedio de las tres aspirinas hervidas y limón;  agua de panela lo más caliente posible;  comer piña, aguacate y ajo; antes de alimentos y después de alimentos bebida caliente con  limón;  Vick VapoRub en la nariz;  jengibre con té verde y cúrcuma, o jengibre con eucalipto hervidos; tomar constante líquido que no sea frío, gárgaras de agua, sal y vinagre y hasta el dióxido de cloro CDS. etc etc etc.

Eso sí, hubo quienes me alentaron afirmando que no sería el bicho, como efectivamente salió contra todo lo especulado. En solo 9 horas recibí  el resultado que me habían prometido  en un  mínimo de  24 horas. Resultado para COVID- 19 NEGATIVO.

Fue tal mi grito de emoción, que mi pobre madre creyó que algo malo me había pasado, y no podía del susto entender que un negativo era positivo para mí.

Fue maravilloso salir del auto confinamiento de la alcoba, que realmente se limitaba a la cama, y que solo pude soportarlo por estar en un estado de maluquera como ese.

Quise compartir esta dura experiencia de tres días, que ha sido un fuerte campanazo, para que vean que esto no es un juego, que el peligro de contagio es enorme y que a los mayores sí que los mata. Gracias a Dios, lo mío fue solo una sospecha negativa que terminó siendo lo más positiva, y que, si no hubiera tenido este resultado aún, el calvario no hubiera terminado. Ahora estoy pendiente de  mi madre, a quien  igual le hicieron la dichosa y fastidiosa prueba en otra prepagada, y por ende en otro laboratorio. Laboratorio  que no por ser mejor, se toma mínimo 6 días en dar la respuesta, porque la prueba de ella no tiene el apellido de prioritaria, aunque debería tenerlo, ya que es ella la persona de 86 años con todas las posibles complicaciones. Como mi madre no ha salido en ningún momento y no se ha  expuesto al contagio, estoy segura  que tendrá un resultado similar al mío.

María del Pilar García