El segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptado por la ONU es Hambre cero. Este objetivo, según la ONU, tiene 5 metas y tres estrategias.
Ver ODS https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/hunger/
Las metas son:
- Para 2030, poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año .
- Para 2030, poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a más tardar en 2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del crecimiento y la emaciación (adelgazamiento patológico) de los niños menores de 5 años, y abordar las necesidades de nutrición de las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad.
- Para 2030, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en pequeña escala, en particular las mujeres, los pueblos indígenas, los agricultores familiares, los pastores y los pescadores, entre otras cosas mediante un acceso seguro y equitativo a las tierras, a otros recursos de producción e insumos, conocimientos, servicios financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido y empleos no agrícolas .
- Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra.
- Para 2020, mantener la diversidad genética de las semillas, las plantas cultivadas y los animales de granja y domesticados y sus especies silvestres conexas, entre otras cosas mediante una buena gestión y diversificación de los bancos de semillas y plantas a nivel nacional, regional e internacional, y promover el acceso a los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales y su distribución justa y equitativa, como se ha convenido internacionalmente.
Y, las estrategias son:
1.a Aumentar las inversiones, incluso mediante una mayor cooperación internacional, en la infraestructura rural, la investigación agrícola y los servicios de extensión, el desarrollo tecnológico y los bancos de genes de plantas y ganado a fin de mejorar la capacidad de producción agrícola en los países en desarrollo, en particular en los países menos adelantados.
1.b Corregir y prevenir las restricciones y distorsiones comerciales en los mercados agropecuarios mundiales, entre otras cosas mediante la eliminación paralela de todas las formas de subvenciones a las exportaciones agrícolas y todas las medidas de exportación con efectos equivalentes, de conformidad con el mandato de la Ronda de Doha para el Desarrollo.
2.c Adoptar medidas para asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos básicos alimentarios y sus derivados y facilitar el acceso oportuno a información sobre los mercados, en particular sobre las reservas de alimentos, a fin de ayudar a limitar la extrema volatilidad de los precios de los alimentos.
En 2018, la región Caribe, Chocó y la Amazonía tienen las tasas de muertes de menores de 5 años por cada 100.000 habitantes más altas, llegando hasta 115 muertes en el Vichada.
Con respecto de este ODS Colombia se comprometió en Reducir la mortalidad infantil por desnutrición a 5 muertes de menores de 5 años por cada 100.000 habitantes.
Ver: Colombia lideró la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Según el Departamento de Planeación Nacional en 2018 hubo 6,5 muertes de menores de 5 años por cada 100.000 habitantes. En 2018, la región Caribe, Chocó y la Amazonía tienen las tasas de muertes de menores de 5 años por cada 100.000 habitantes más altas, llegando hasta 115 muertes en el Vichada.
En el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, la gran apuesta para contribuir con Hambre cero es «Campo con progreso» en el Pacto por el emprendimiento, la formalización y la productividad. Según Campo con Progreso, se destinará al menos el 50% de la inversión del sector agricultura hacia la provisión de bienes y servicios públicos, se creará las condiciones para que la tenencia de la tierra y la planificación de la producción agropecuaria promuevan el progreso en el campo, se promoverá el establecimiento de clústeres que integren a pequeños y medianos productores en zonas aptas para su desarrollo, se fortalecerá a los productores para que sus productos logren estándares de sanidad, inocuidad, y calidad bajo el enfoque de la granja a la mesa, se promoverá la inclusión financiera de los productores agropecuarios mediante instrumentos de crédito de fácil acceso para el productor y se implementará el modelo de agricultura por contrato, para que los pequeños productores puedan sembrar, asegurar la venta de sus productos y acceder a financiamiento a costos razonables.
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