Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Ojo con lo que piden los del Paro Nacional

Propuestas bien intencionadas pueden terminar haciendo más daño.

El día de ayer llegó a mis manos un documento en el que se enumeraban los puntos que el Comité Organizador del Paro exigían para levantar la protesta.

No sé si es el documento que en efecto llevaron a su reunión con el gobierno o si fue un borrador, o si solo es lo que algún ciudadano deseó que fuera el pliego de peticiones. De igual manera, me voy a referir a él porque siento que recoge muchas de las cosas que los protestantes están pidiendo.

Al margen de que es un documento con propuestas bien intencionadas, buscando resultados loables, muchos puntos en realidad van a lograr lo opuesto a lo que tienen como objetivo. Hoy solo me voy a referir a uno de los puntos; el que corresponde al régimen pensional. El documento al que me refiero dice en cuanto a sus peticiones con respecto a las pensiones:

«Implementación de un sistema pensional multipilares que dé paso a una transición al régimen de prima media como único sistema de segundo pilar, en el cual el ahorro individual resulte ser una opción para quienes deseen mejorar sus condiciones de jubilación. Un primer pilar subsidiado que garantice el acceso a una mesada pensional a las personas de bajos recursos, un segundo reparto con prima media, similar a lo que hoy es Colpensiones, y un tercer pilar para quienes voluntariamente decidan realizar mayores aportes al sistema con miras a alcanzar pensiones más altas.»

Las intenciones son claramente loables, pues está buscando que el 100% de la población obtenga su pensión de jubilación. El problema es cómo piensan que se puede lograr.

El primer pilar al que se refiere es subsidiado. Quiere decir que los trabajadores, de sus aportes, destinarán una parte para poder darle la mesada pensional a quienes la necesitan hoy, y lo que quede irá para su propio fondo de pensiones. Esto va a reducir lo que efectivamente se podrá conocer como ahorro pensional de los aportantes y por lo tanto el rendimiento de ese ahorro será menor para poder pagarle la mesada pensional al trabajador cuando le toque el turno de pensionarse.

El segundo pilar es con reparto de prima media, no dice a cuantos años, pero supongo que lo quieren como está ahora que se toman los últimos 10 años de cotización para calcular la prima media. Lo piden porque están convencidos que es el mejor de los sistemas pensionales que hay en Colombia actualmente. Lo que no entienden es como funciona.

Actualmente, el 100% de los aportes que los trabajadores pagan a Colpensiones mensualmente se va para pagar las mesadas de los ya pensionados, y fuera de eso el estado tiene que completar porque la plata no alcanza. Esos aportes que los trabajadores pagan no van a un ahorro como muchos creen. Van a pagarle las pensiones a los jubilados que hicieron sus aportes en su momento, pero que el estado se los gastó con la promesa de pagárselo en el futuro con un interés (esos son los bonos de deuda pública que los Fondos de Pensiones le compran al Estado). Como para el estado la única manera de generar ingresos es mediante impuestos, solo puede pagar esos bonos de deuda pública con impuestos. Es por eso por lo que este sistema pensional está en crisis y periódicamente salen propuestas de aumentar la edad de jubilación, o por la que salen campañas en contra de los Fondos de Pensión privados con el cuento de las ventajas del sistema de Prima Media de Colpensiones, buscando nuevos aportantes para poder aliviarle la carga al Estado, solo que esa solución solo es cortoplacista y no sostenible en el tiempo.

El tercer pilar es aquel para quienes quieran voluntariamente hacer mayores aportes al sistema y obtener así una mayor mesada. No me voy a explayar sobre este, porque es el mismo caso del segundo pilar, solo que voluntariamente y no obligado.

Les voy a contar lo que pasaría si esta propuesta pasara. En primer lugar, el gobierno estaría feliz de un sistema como este.  ¿Porqué? Porque le trasladaría un problema actual a un gobierno futuro. Con el ingreso de toda la población trabajadora al sistema del segundo pilar, podría pagar las mesadas de los actuales jubilados y tal vez le quedaría plata (aunque con los del primer pilar de pronto no). ¿Y qué haría la administración de pensiones con esos excedentes? Buscar donde invertirlos para generar utilidades para poder pagar las futuras pensiones. ¿Y cuál sería la inversión preferida? Los bonos de deuda pública, para que el gobierno se pueda gastar esa plata con la promesa de devolverlo después con intereses. ¿Y el gobierno cómo va a pagar esos bonos de deuda pública en el futuro? Con los impuestos futuros que nos cobre a nosotros y nuestros hijos.

Es un sistema Ponzi perfecto, porque es legal, porque no lo puedes evitar y porque el Estado te lo impone mediante la fuerza institucional. El estado, tiene hasta una unidad que depende del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales UGPP, persiguiendo a quienes intentan salirse de él.

¿Y cómo se yo todo esto? ¿Por qué creerme? Solo tienen que ver cómo ha funcionado el sistema en los últimos 25 años.

El sistema actual de los Fondos Privados, con sus fallas (que las tiene, pero que hoy no explicaré) es el más justo con los trabajadores de los que tenemos actualmente, porque justicia no es que todos reciban el mismo resultado, sino que el proceso para recibir ese resultado sea el mismo, sin favoritismos, sin prebendas y sin ventajas en las que unos paguen para que los otros disfruten, como si pasa en el régimen de prima media.

Eso no quiere decir que no podamos buscar formas de garantizar pensiones para aquellos que no logran jubilarse. Solo que debemos tener claro que para pagar esas pensiones desde el Estado, deberemos usar impuestos.

Otra discusión, que daría para otras columnas, es la otra parte del manejo del gobierno de turno de los dineros provenientes de los bonos de deuda pública, para inversión pública con contratistas cuyos dueños en ocasiones también resultan ser dueños de los fondos de pensión que compran los bonos y de los bancos que financian las obras.