Por: Manuel Vásquez
La pandemia del Coronavirus trajo consigo muchos cambios en la cotidianidad, en la importancia que se le da a la higiene personal y al distanciamiento social, en la forma que se desarrolla la vida laboral y que nuestros hijos asisten a las clases, inclusive, el cambio se puede evidenciar en las herramientas tecnológicas que se utilizan diariamente, herramientas que no tenían la importancia que tienen actualmente.
Lo anterior nos ha conducido por el camino de la “nueva normalidad”, frase muy usada para describir el cambio abrupto de nuestras costumbres cotidianas en un periodo muy corto de tiempo por un efecto coyuntural, pero no eterno.
Muchos analistas sugieren que el virus llegó para quedarse y que no volveremos a la vida a la cual estábamos acostumbrados, sin embargo, existen argumentos de lo contrario: a) La tasa de mortalidad del virus ha disminuido desde el gran confinamiento hasta ubicarse en 3,3%, desde 6,8% en marzo b) si bien la inmunidad colectiva es un proceso que no es inmediato, es un proceso biológico natural que protegerá a gran parte de la población en el futuro c) la vacuna Sputnik V terminó la fase tres sin ningún efecto contraproducente en la población de estudio. Esta vacuna podrá proteger a gran parte de la población vulnerable, disminuyendo aún más la tasa de mortalidad del virus.
Con base en los argumentos anteriores, el camino para llegar a la normalidad es cuestión de tiempo, por lo cual solo queda preguntase si realmente se están ejerciendo las políticas públicas adecuadas en la contención de la pandemia, pero más importante, si realmente se está conteniendo el impacto total del virus, entendiéndose como impacto total a todas las consecuencias que conlleva.
Además de la consecuencia evidente (mayor cantidad del número de muertes) tiene otros efectos, entre los más importantes: I) Destrucción del tejido empresarial del país II) pérdida de riqueza de los hogares III) Incremento de la pobreza IV) desempleo V) incremento de muertes por inanición VI) Incremento de la inseguridad con el aumento de los grupos delincuenciales VII) deterioro de las condiciones de salud por el confinamiento prolongado, que puede inclusive afectar el desarrollo cognitivo y socioemocional de los infantes.
Aunque es moralmente difícil poner en una balanza todas estas variables y considerarlas para la toma de decisiones, es necesario que no solo nos concentremos en lo más básico, las muertes por COVID 19. En su conjunto, todas las variables entran a jugar un papel importante en la vida de las personas y en nuestro desarrollo como sociedad. De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, la pandemia podría duplicar el número de personas que mueren de hambre, lo que significaría 130 millones de personas más. ¿Será que el gobierno actual está teniendo en cuenta esto? ¿De no ser así, se le está poniendo un valor a la vida distinto a las personas de mueren por COVID 19 de las que mueren por inanición?
En términos de pobreza, de acuerdo con la Universidad de los Andes, el COVID 19
provocará un retroceso en Colombia de al menos una década en la lucha contra la
pobreza, diez años botados a la basura. Fedesarrollo por su parte estima que la pobreza
En términos de pobreza, de acuerdo con la Universidad de los Andes, el COVID 19 provocará un retroceso en Colombia de al menos una década en la lucha contra la pobreza, diez años botados a la basura. Fedesarrollo por su parte estima que la pobreza podría ascender a una tasa 30,4%, lo que significa 1,6 millones colombianos nuevos bajo esa condición.
Se suele considerar que pensar en lo económico en esta época es ir en contravía del derecho a la vida, considere que lo económico y las medidas de contención contra el COVID 19 como el confinamiento traen grandes consecuencias no solo en la parte de las finanzas de grandes grupos empresariales sino en las finanzas del ciudadano de a pie, en su bienestar social, en su condición de salud. Pensar en lo económico es pensar también
en la vida, es pensar en el bienestar social. Volver a cerrar la economía no es opción.
Más historias
Con prensa mentirosa, falsos positivos judiciales y políticos corruptos, la derecha golpea Latinoamérica
Anti-récords colombianos
La supremacía de la doble moral