Revista Digital CECAN E3

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Revista Semana y Vicky Dávila: “periodismo” sin-vergüenza

La Revista Semana, al comando de la señora Vicky Dávila, que en otrora fuera retirada de Caracol por el manejo irresponsable que diera de la noticia sobre “la comunidad del Anillo”, en la que trascendió el plano de lo público hacía lo personal en contra de uno de los implicados, hoy en día es la punta de lanza del Uribismo en contra de todo lo que suene a oposición al gobierno Duque-Uribe, pero principalmente, no obstante que estamos en un sistema democrático de derecho, en contra del candidato presidencial Gustavo Petro, a quien le están “poniendo la lápida” encima con cada programa en el que alientan y estimulan el odio en su contra.

Preocupa sobremanera la obstinación y obsesión que en el manejo y manipulación de la información viene dando este medio corporativo que, irrespetando las reglas mínimas de un periodismo sano, orienta al público en contra de uno de los candidatos más opcionados a la primera magistratura del país, dando rienda suelta a atropellos que llegan incluso a poner en riesgo la seguridad y en consecuencia la vida misma del candidato, con conocimiento claro del historial de magnicidios que rodean la vida política del país, y que demandaría un manejo informativo de especial cuidado, previniendo el eterno retorno de sangre y muerte que enluta regularmente las jornadas electorales.

No obstante que a este tipo de “periodismo” asumido por Vicky Dávila se suman como en un coro María Isabel Rueda, Salud Hernández Mora y Luis Carlos Vélez, entre otros, lo que particularmente hace la directora de la Revista Semana resulta de peculiar interés por lo altamente peligroso; prueba de ello es lo recientemente sucedido con la entrevista que por más de treinta minutos hiciera al señor Luis Emilio Arboleda Arenas, un reconocido habitante de Medellín que se ha hecho célebre por sus llamados a la violencia en contra de todo lo que suene a oposición al gobierno Duque-Uribe, en contra de las izquierdas, comunidad LGBTI o las resistencias populares.

Este reconocido uribista en el año 2019 fue noticia por haber bajado y dañado la bandera del orgullo de la comunidad LGTBI instalada en una conmemoración en el Pueblito Paisa, en Medellín; por convocar a padres a pegarle a los hijos que simpaticen con el actual alcalde Daniel Quintero, de quien pretende su revocatoria; quien aparece en múltiples fotos con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, para quien recogió firmas en contra de la JEP, y respecto del cual afirma: “lo que es con Uribe es conmigo”; el mismo que, según afirma Daniel Coronel, fue condenado penalmente por falsedad; el mismo que protagonizó un escándalo por no pagar una deuda a una mujer….

Este personaje, que con su comportamiento agresivo ha sabido garantizarse los micrófonos del programa radial y de redes sociales que conduce Vicky Dávila, fue invitado nuevamente al programa, esta vez para justificar sus recientes amenazas en contra del señor Gustavo Petro, quien habría osado hacer proselitismo político en Medellín y convocar en torno suyo a una gran cantidad de población paisa, afines a sus propuestas.

No obstante, la calidad del personaje entrevistado (del que dan cuenta los antecedentes mencionados), y sin que hubiese quien replicara sus palabras, salvo tibias intervenciones de Jairo Lozano ya que Vicky Dávila solo actúo como caja de resonancia del invitado, el señor Luis Ernesto Arboleda aprovecho el escenario para justificar su amenaza a Gustavo Petro (a quien reiteró que si llegan a ir a Medellín nuevamente “están dispuestos a llegar a consecuencias malucas”, maquillándolo con agresiones con huevos y tomates), para atacarlo por apoyar a los dirigentes políticos de Comunes – antigua FARC-EP (y no a los del M-19, hoy con el CD), para arremeter en contra de la protesta social y los jóvenes que la estimulan, y, por qué no, para apoyar abiertamente a su líder Álvaro Uribe Vélez.

Es claro que hacen carrera y se afianzan como panelistas y entrevistados frecuentes en el programa de Vicky personajes de este tipo, del de Luis Emilio Arboleda, basta recordar el vergonzoso episodio con el abogado Abelardo de la Espriella, quien, en cabina de grabación, con gurdaespalda armado a su interior, amenazó, agredió verbalmente y casi lo logra de manera física, al periodista Ariel Ávila. A partir de allí, en lugar de cerrársele los micrófonos y las cámaras al violento personaje, se le concedió un lugar de honor para subsiguientes entrevistas y programas, su comportamiento fue así premiado.

De manera breve y para rematar, a manera de ejemplo tenemos también (los atropellos son muchos más e inclusive de mayor trascendencia) el debate convocado con los precandidatos a la presidencia de 2022, Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín; Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda; David Barguil, candidato presidencial por el Partido Conservador; Rodolfo Hernández, exalcalde de Bucaramanga, y Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá, en donde, sin ningún decoro y respeto (para con el ausente) se les inquirió a cada uno por algunas de las propuestas de Gustavo Petro, dejando que se explayaran en descalificativos que, como sucediera con Vicky Dávila en el caso de “la comunidad del anillo”, iban dirigidos a afectar la imagen de la persona y no a controvertir sus argumentos, como es propio de una democracia sana.

El estado de vulnerabilidad en la que pone la Revista Semana y sus empleados (con particular énfasis Vicky Dávila), al candidato presidencial Gustavo Petro, que viene encabezando las encuestas, al hacer de caja de resonancia de personajes violentos y siniestros, al tiempo de manipular los debates para que se le descalifique sin posibilidad de réplica, hace necesario que se prendan las alarmas ante la opinión pública, para que se corrija un accionar “periodístico” que a luces vista, resulta funcional a los que pretenden consumar un futuro magnicidio en nuestro país. La necro-política está a todo vapor.