¡A las patadas!
El irrespeto de este gobierno por la gente mayor es desproporcionado, no tiene límites. Cuando hablan de gente mayor de 60 aportan imágenes de hombres y mujeres en un estado de envejecimiento muy grande, incapacitados, con una vida sedentaria; casi que esperando morirse. Necesitan recalcar la fragilidad de la gente mayor como si de esta manera justificaran sus actitudes, expresiones y trato con ellos durante la pandemia. Por ejemplo, no toman una imagen de un profesor universitario, de una médica prestante, de hombres y mujeres haciendo deporte, no. Se van a los hogares geriátricos, que son reales; pero donde están personas que pudieron tener vidas complejas y su deterioro emocional y físico es grande. Pero no es la única realidad. Y mostrar tan solo un lado de la moneda es una forma de manipular y crear conciencia de desprecio y victimización a una población que tiene mucho que aportar. La sabiduría solo se logra con los años y para este gobierno, eso no significa nada. Necesitan hablar de “abuelitos, nosotros los cuidamos”, quitándole la libertad de opción a personas con mucho que aportar a la sociedad.
Para completar hay un instructivo para médicos intensivistas que, de acuerdo a la edad y factores de salud, deben escoger al más apto para vivir. ¿Qué es vivir? ¿Cuál es el aporte a un grupo social? ¿Son los años la categoría principal para esta decisión?
Esta es una manera de construir imaginarios colectivos: deteriorar la imagen de un grupo estigmatizando sus necesidades y fragilidades. Si se llega a los 60, esta sociedad le da una patada. ¡Se la patrocina el gobierno!
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