No es verdad.
Que querer es poder.
Que se deba pensar primero en los demás y luego en mi.
Que la infancia sea la época más feliz de la vida.
Que el amor todo lo puede.
Que la única que puede ejercer funciones de madre sea la mujer.
Que la ciencia sea objetiva y carezca de subjetividad.
Que la homosexualidad sea una enfermedad.
Que exista el instinto maternal.
Que exista una media naranja en la construcción de una pareja.
Que solo se pueda amar a una persona a la vez.
Que todas las infidelidades destruyen matrimonios.
Que Dios es un ser de castigo y venganza.
Que a todos los hijos e hijas se les quiere por igual.
Que toda época pasada fue mejor
Que la rabia deba esconderse.
Que se puede vivir sin conflictos.
Que existan personas que mueran “antes de tiempo”.
La mayoría de las “verdades” que transmitió la cultura no tienen validez. La vida las desbordo cuando empezamos a comprobar que a pesar de creer en ellas no nos daban respuesta a las inquietudes que a diario se viven; ni nos producían una mejor calidad de vida. La única verdad que nos queda es el fracaso de la cultura. ¿Frustración o aprendizaje? Cada quien responde.
Por: Gloria H.
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