¿Gay a los 5 años?
Al pié de la letra, sí, se puede ser gay a los 5 años. Aun más, desde antes, desde el vientre de la madre o aún antes de nacer. Porque la historia familiar, estudiada desde el transgeneracional o desde la psicogenealogía, da un lugar de homo o hetero, de acuerdo los pendientes familiares o si se realiza una lealtad con algunos de los antepasados, independiente del cuerpo biológico con el que se nazca.
La biología es un empaque que marca el sexo, hombre o mujer y está determinado principalmente por los órganos genitales. Pero lo biológico, el empaque, el sexo, no determina el contenido. El género, el comportamiento se construyen con múltiples variables.
Es indiscutible que somos “más” que biología. El empaque al nacer puede ser hombre o mujer pero ello no significa que el “contenido” vaya a concordar con el empaque. El contenido o género depende entonces de lo que rodea, de lo que aporta la historia familiar, de la cultura que contiene e introduce como ser humano. Se habla solo de dos sexos pero se observa como en el tema de la sexualidad es posible que estemos a puertas de comprobar si realmente sólo existen dos sexos. ¡Estamos en ello!
El sexo se puede conocer antes de nacer. El género, o contenido, es lo que la cultura, la familia, el deseo parental, “determinan” sobre el nuevo ser. Género entonces es una “imposición” cultural que las sociedades, religiones, estados o familias, califican como adecuados o inadecuados. Se espera claro, que el sexo coincida con el género. ¡Pero no siempre sucede! Vivir ‘dentro’ de la cultura es un acto de sometimiento a sus reglas.
¿Cuántas personas a través de la historia han terminado comportándose como la sociedad espera y no de acuerdo a lo que sentían? Hoy, con la apertura de criterios, con la tecnología a la orden y con la globalización, más voces pueden expresar: “no quiero este cuerpo”, “no me siento a gusto”, “quiero ser otra persona”, “quiero otro sexo”.
Esto no significa que ahora existan más personas homosexuales o que el mundo, en lenguaje de fanáticos, esté fuera de control. Hay más libertad de comportamiento, se da un mayor apoyo científico, existe más respeto por la individualidad, la globalización conecta casos y los publicita y hay la ‘autorización’ de ser como se siente que se es, prefiriendo ser fiel a si mismo por encima de lo que se espera. Se puede ir en contravía de lo establecido sin que existan inquisiciones u hogueras que ‘quemen’ la diferencia.
El asunto no es fácil y menos en educación. Qué tanto se debe imponer o que tanto se debe respetar a un niño o niña de 4 o 5 años que no acepten su cuerpo. El caso de la niña de Brad y Angelina es contundente: como padres ellos respetaron el rechazo de su hija a ser mujer. Lo mostró desde siempre y pareciera que no hubo duda sobre como se sentía. Quería ser un hombre y su actuación y comportamiento van en esa línea. No es fácil el momento para los colegios y para las nuevas generaciones de padres cuyos hijos nacen con el chip de la autonomía e independencia.
Por: Gloria H.
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