Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Salud emocional (210)

¿Las mujeres son brujas?

Es obvio que si usted despectivamente afirma que las mujeres son brujas o que la brujería es mala, lo que puede esconder es un temor al poder de la magia, a reconocer el poder femenino y a “morirse” de envidia por no poder acceder a ese mismo poder.

Porque una de las consecuencias negativas que ha traído el imperio de la razón es el desprecio por la magia, por la alquimia, por lo no visible y comprobable. Para la razón, la magia es hija de la ignorancia y de creencias ilusas o infantiles. La magia es tratada con desprecio y quienes creen en ella o la practican son ridiculizados y despreciados, como parias de la inteligencia. La frontera entre lo correcto, aceptado y lógico, por un lado y las coincidencias, los milagros y la intuición del otro, es tan pero tan contundente que parece que pertenecieran a seres de mundos diferentes. Olvidando precisamente, que la alquimia es la madre de la magia y que en su momento fue la ciencia de la historia. La alquimia o la magia es el arte de la transformación. Los alquimistas eran aquellos que lograban transformar la realidad.

¡Y pensar que todos tenemos la capacidad de ser magos! Que todos los humanos estamos conectados con dimensiones donde la lógica no existe y donde el poder de cambiar lo visible es obvio. Pero el exceso de razón ha llevado a menospreciar la capacidad de transformación que se tiene como humanos que somos. Y si las mujeres “practican” más el arte de la transformación (o de la brujería) fue porque fue el único camino que le dejó la cultura patriarcal para sobrevivir en un mundo masculino que la aplastaba. Los hombres les tienen pavor a las brujas. Para ellos, ellas tienen el poder de ver lo que ellos no logran ver. Tienen el poder de la intuición, condición humana, que los varones relegan a segundo plano por no tener manera de manejarla.

El poder de la mujer maga es terrorífico porque no se puede igualar con ella, no la puede someter y muchas veces se siente como un pelele frente a su poderío mágico incontrolable. Por ello que te digan bruja no puede ser un insulto. Por el contrario puede ser un piropo: poderosa, sagaz, astuta. Míralo por el lado de la capacidad de transformar lo que te rodea y disfruta este fin de semana con tu poder maravilloso.