Por: Gloria H.
Azul y rosado
Imagínese por un momento lo que sucedería si a uno de los “equilibrados” gobernantes que hoy dirigen el planeta se le ocurriera levantarse un día con la determinación (e imposición) de prohibir que se crea que la tierra es redonda, cuando (para él) lo obvio es que la tierra es plana porque ningún objeto se cae.
El podría pensar que la Ciencia también se equivoca y por andar metidos en laboratorios cerrados, no captan la realidad de los hechos: su tesis sería que los científicos “nos quieren hacer creer estupideces que van contra la realidad”. No más la tierra redonda y de aquí en adelante, lo dice la evidencia, la tierra es plana.
Pues bien, en el tema de la sexualidad Brasil asumió una posición semejante de retroceso, al considerar que “solo” lo azul determinaba a un varón y “sólo” lo rosado a una niña. Devolver el criterio de la inclusión y el de la diferencia sexuales a viejos paradigmas tan dañinos socialmente es tan peligroso como inventarse una nueva bomba atómica.
Porque aún cuando sea difícil aceptarlo, la condición humana está atravesada por la sexualidad. Reprimirla, desviarla, negarla, es la manera mas expedita de multiplicar violencia, agresiones, maltratos, violaciones. En Brasil se dice que “los niños visten de azul y las niñas de rosa”. Si sus palabras no fueran tan demoledoras, hasta podrían producir lástima. O risa por lo absurdas. Pero son reales y obedecen a una política que considera que nacemos hombres y mujeres con características definidas y por lo tanto, “todo” aquello que no encaje en ese estereotipo, debe ser censurado.
Como lo dijo un Twitter, estamos en el 2020 pero Brasil en 1933. Por algo Bolsonaro dijo que “prefiere ver a un hijo muerto que aceptarlo homosexual”. Uno de sus hijos quiso prohibir a los maestros de su País “enseñar feminismo”, como si el feminismo se transmitiera como asignatura y no como el derecho a la igualdad que corresponde.
Legitimar estas teorías, (¡otra vez!) es devolver el mundo al oscurantismo más represivo. Porque aun que no parezca, los problemas de la Iglesia Católica con la pederastia, los feminicidios y violencias contra mujeres y niños y niñas, los abusos sexuales, el incesto, la discriminación contra la mujer, la condena de la homosexualidad, el machismo, el patriarcado, todo está signado por una sexualidad manejada desde la represión y la imposición.
La sexualidad es inherente a la condición humana y encasillarla en parámetros moralistas e ignorantes, no trae sino consecuencias al interior de cada quien, que se traducen en sociedades violentas. Azul y rosado dejaron de ser sinónimo de masculino y femenino. Tanta ignorancia en manos del poder no hace sino despertar sentimientos de ira y rebelión. Como si estuviésemos presenciando el calentamiento de una olla a presión.
No es derecha, no es izquierda. Es ignorancia. El miedo al cambio, a la evolución genera una violencia soterrada. Poder unido a ignorancia y autoritarismo es una mezcla explosiva que tendremos que presenciar sin bajar la guardia. No hay que olvidar que las ideas pueden ser mas peligrosas que las armas…
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