Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Salud emocional (233)

Por: Gloria H.

¿Por qué agradecer?

Hoy vale la pena realizar un pequeño ejercicio de salud mental. Con lápiz y papel (a veces tan terapéuticos) podría escribir una lista de las cosas por las que creo puedo agradecer. Lo que sea. Mundo material, sencillo, grandioso, personas, momentos de vida, estudios o hasta como lo expreso una mujer en situación de extrema pobreza en su vivienda, por el inodoro que le consiguieron y adaptaron.

Esa lista de aquello por lo que puedo agradecer, termina siendo casi una radiografía de la propia identidad… una muestra de las oportunidades que he tenido, de lo que he logrando y “sudado”, para darme cuenta de que no tengo las manos vacías.

Que de pronto me es difícil reconocer la verdadera dimensión de mi propia vida que nunca ni jamás es tan “desastrosa” como lo pienso en momentos de desesperanza. Lo que puedo agradecer… nunca lo que no tengo.

Es el momento de darme cuenta que de pronto soy un bendecido, que la vida me ha sonreído más de lo que me cuesta aceptar y que ese pesimismo que me envenena no me deja ver las verdaderas dimensiones de una existencia satisfactoria.

Pasarme la vida lamentándome de lo que no tengo es semejante a intoxicarme con veneno, desconociendo el otro lado, lo que si he conseguido y puede producir tanta paz y armonía.

Una persona agradecida no puede ser una persona destructiva ni peligrosa. La gratitud entonces nos reivindica como seres humanos. ¿Se le mide a hacer su listado?