Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Salud emocional(224)

Por: Gloria H.

¿Conoce a algún perverso?

Perversión es un término que se usa en Psicología, en especial en Psicoanálisis, viene del latín pervertĕre (volcar, invertir o dar vuelta). Es el arte de darle la vuelta a los hechos. Si el sentimiento es de tristeza, se actúa (ojo, actuación) de una manera alegre. El talento perverso es el de transformar el sufrimiento en goce y la falta en plenitud, es decir, convertir una carencia en algo que resulte en apariencia positivo. 

Tiene el arte de hacer de la necesidad, virtud. Las personas con la patología de la perversión “voltean” los hechos y generan un desconcierto absoluto en quienes los rodean porque no hay manera de “probar” lo contrario. Se percibe su energía interior pero el exterior no coincide con lo guardado.

¿Qué escoger? Estar al lado de un perverso es enloquecedor, desesperante, porque no hay forma de argumentar. No ¡no es posible! En la vida cotidiana, en las empresas, en el vecindario, en la religión, en la política, la perversión genera una sensación de impotencia donde o te desenganchas del perverso o “perdiste el año”. La única forma de manejar la perversión es  salirse de ella, sin argumentar. Con un perverso siempre, siempre pierdes.

Claro, hay que tratar de no perder la cordura, de no dejarte llevar por la emocionalidad de quien “voltea” los acontecimientos (reconoce a alguno?) de no zambullirte en ese espiral de odios, venganzas y cuentas de cobro pendientes. No es fácil sustraerse para no responder con igual moneda. Pero así en apariencia se “pierda” ante el contendor por no engancharse en su rabia, no se fomenta el estado de patología colectiva.

¿Qué le pasó al mundo para caer en este grado de locura?
Hay manera de detener la perversión no dándole cabida en nuestras vidas.

Todas las personalidades tienen su lunar, pero es seguro que existen comportamientos mas enfermizos que otros. Cada quien debe escoger si se deja contaminar de este espiral de odios, resentimientos, venganzas, interpretaciones.

Los seres humanos tienen una energía interior que se puede captar, que se puede sentir. “Sintonizar” con quien destila odio o rabia, o con quien siempre ve lo que falta es una manera de proyectar nuestro interior. En Psicología se dice que el mundo es un espejo y resonar con lo negativo es una manera de constatar qué tanta negatividad guardamos. No sólo elegimos  líderes, también “nos retratamos en ellos”. ¿Cuál es su espejo preferido?