Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Salud emocional (217)

Transparencia

La transparencia como requisito del amor es otra de las secuelas de creencias donde el amor debía ser posesivo e invasor. Una de las principales “pruebas” de amor que se exigen los enamorados es la transparencia, la necesidad de saberlo todo del otro o de la otra. Algunas personas consideran que la mejor manifestación de amor es conocer hasta el último recodo de la interioridad de quienes creemos amar. Craso error. O si se quiere más suave, concepto equivocado y romántico sobre lo que se considera amar. Porque desde ninguna perspectiva nos podemos apoderar de la otra persona. La transparencia que para muchos es sinónimo de máximo afecto termina siendo un atropello a la individualidad del otro o de la otra. La necesidad de poseer al que amamos nos lleva a confundir las expresiones de amor y a exigir conocer hasta el último pensamiento de quienes nos acompañan en ese momento de nuestra vida.

Pero, allí hay más de egoísmo y posesividad que de respeto y confianza en la otra individualidad. Hay más de ego inseguro que de amor por el otro o la otra. Porque la transparencia es demoledora. La transparencia es algo semejante a acabar con la intimidad de la otra persona, claro, dizque en nombre del amor. La transparencia es dinamitar la individualidad de un ser. Y en ninguna relación tiene justificación, porque el amor no nos da ningún poder para destruir al otro o a la otra que es lo que realmente hacemos cuando exigimos transparencia. Argumentando que por amor todo es permitido, le exijo a la otra persona que renuncie a su intimidad para que me la entregue como “prueba” de amor. Cuando el verdadero amor, el que se cimenta en la libertad y el respeto, no puede exigir esta clase de actitudes.

Por: Gloria H.