Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Un pueblo de agua

Por: Valentina González González

#ConvocatoriaCecanMedia

En el departamento de Magdalena hay un pueblo mágico que trae a la memoria de sus habitantes la ciudad italiana, Venecia, este corregimiento que ‘flota’ sobre el agua es un gran atractivo turístico, sobre todo para los europeos.

Nueva Venecia es una aldea ubicada en la Ciénaga del Pajaral, que sale como brazo de la Ciénaga Grande de Santa Marta, entre sus habitantes mejor se le conoce como Palafito Nueva Venecia, no hay censo que determine una cantidad exacta de viviendas y pobladores, pero se habla de 479 casas y 3000 habitantes. El detalle que lo hace especial entre todos los pueblos de Colombia es que es una pequeña comunidad construida totalmente sobre al agua, no hay carreteras, andenes, motos o bicicletas, sólo canoas, balsas, botes y extensiones de agua a su alrededor.

“La vida en el pueblo es muy tranquila, cada amanecer y atardecer es un paraíso”, afirmó Sonia Sánchez, reverenda de la iglesia. A pesar de que ahora gozan de tranquilidad, no siempre fue así para los habitantes. El 22 de Noviembre del 2000 fue un día que marcó la historia de Nueva Venecia, Félix Sánchez, gestor de paz, recuerda que: “Ese día 50 personas fueron asesinadas, casi todos pescadores, unos paramilitares querían cobrar venganza por un supuesto robo y entraron a la fuerza a las casas para matar los pescadores”.

Aquel hecho llevó a que todas las personas del pueblo se fueran a Barranquilla, tiempo después regresaron, “la gente comenzó a llegar aquí de los seis meses en adelante”, aseguró Gustavo Martínez, ”para que el mundo lo sepa”, de Señal Colombia; sin embargo, en ellos quedó el miedo, es por este motivo que se hacen llamar ‘hijos de la violencia’.

Fuera de ser un pueblo arraigado por la violencia, se llaman a sí mismos como ‘hijos del agua’, ya que crecen rodeados de ésta, “nuestra relación con el agua nos convierte en un pueblo único en Colombia, y en el mundo”, comentó Camilo Salgado, un pescador.

Lo irónico de este lugar es que estando rodeados de tanta agua, aún no cuentan con un servicio potable, “cada que se postula un alcalde traen como propuesta poner un servicio de agua potable, pero eso por acá nunca llega”, dijo la presidenta de la fundación Derecho y Paz, en lugar del servicio potable tienen el ‘bongoducto’, un bongo (bote destinado para recoger mucha agua), recoge el agua y después la purifican para venderla, Sonia Sánchez contó que “un balde cuesta mil pesos, esa agua está sucia y los niños desde chiquitos se la toman así, pero el cuerpo se acostumbra y como comemos tanto pescado tenemos buenas defensas”.

Con el paso del tiempo los nueva venecios han ido adaptándose a su hogar, las casas tuvieron que ser construidas sobre palos de manglar, que es el único que el agua no pudre; también, si están cansados de remar su solución es ‘bogar’, Félix Sánchez explicó en qué consiste esta técnica: “No es remar, es agarrar un palo largo de manglar y usarlo para tomar impulso, es algo que debes saber hacer para no terminar dando vueltas como trompo”.

Aquí los roles están definidos desde pequeños, a los niños se les enseña a pescar porque es lo único que harán de grandes y a las niñas se les enseña las tareas del hogar, esto es algo con lo que Sonia Sánchez no está de acuerdo, “jóvenes de once terminan y no tienen más opciones, los hombres se dedican a la pesca y las mujeres a tener un hijo tras otro”, expresó Sánchez.

Una de las carencias más notables es la falta de educación, niños de 10 y 13 años que no saben leer ni escribir, es por esto que se han creado programas de educación, “sería excelente apuntar a la educación, a los libros y no a las armas, que los niños aprendan a tener sentido de pertenencia y responsabilidad, que aprendan que la educación los hace grandes”, expresó Sergio Lunares, maestro del pueblo.

La parte de la salud es algo que también preocupa a los habitantes, tienen un solo centro médico y el doctor rara vez está, “aquí los niños se mueren por no recibir primeros auxilios”, mencionó Sánchez.

En un lugar descrito como un paraíso para sus habitantes; también, requieren de mucha ayuda, por este motivo personas como Félix, Sonia y Sergio se dedican a colaborar, no obstante, esto no es fácil para ellos, “uno intenta aportar, pero en el camino en lugar de encontrar manos ayudas, encuentras barreras”, manifestó Sánchez.

En un lugar descrito como un paraíso para sus habitantes; también, requieren de mucha ayuda, por este motivo personas como Félix, Sonia y Sergio se dedican a colaborar, no obstante, esto no es fácil para ellos, “uno intenta aportar, pero en el camino en lugar de encontrar manos ayudas, encuentras barreras”, manifestó Sánchez. En un lugar descrito como un paraíso para sus habitantes; también, requieren de mucha ayuda, por este motivo personas como Félix, Sonia y Sergio se dedican a colaborar, no obstante, esto no es fácil para ellos, “uno intenta aportar, pero en el camino en lugar de encontrar manos ayudas, encuentras barreras”, manifestó Sánchez.