Serie Coronavirus: Capítulo 4.

Con la cuarentena por el Covid-19 se han afectado muchas actividades que llevábamos a cabo sin pensarlo mucho. Como por ejemplo ir a trabajar. Voy a referirme hoy a los que trabajan en las ciudades en oficinas, no en líneas de producción fabril, ni los que requieren trasladarse a un sitio especial para desempeñar su labor porque deben manipular un equipo especial o porque trabajan en mantenimiento, o brindan un servicio a domicilio.

Recuerdan hace tres semanas ¿cómo era un día de trabajo? Levantarse a las 6 de la mañana, asearse y vestirse para salir (si se tienen hijos pequeños súmele el tiempo de estar pendiente de ellos), desayunar y tomar el transporte a la oficina. Llegar a la oficina tipo 7:30, saludar de mano, beso y abrazo (según grado de afinidad) a todos los compañeros de trabajo, subalternos y jefes. A las 8:00 atender reunión ejecutiva si la hay o prender el computador y empezar a revisar pendientes y correos. A las 9:00 aprovechar que don Rigo va a ir a la panadería y hacer una vaca para que traiga arepas con queso para todos mientras doña María les alista el tinto. A las 9:30 pausa para tinto con arepa. A las 10:00 continuar con labores. A las 11:00 pausa activa con el líder de seguridad laboral designado y se aprovecha para ir al baño. A las 11:30 continúa trabajo hasta las 12:00 que se sale a almorzar. A la 1:00 reingresar e ir al baño a lavarse los dientes, mientras se comenta alguna noticia con cualquier compañero. A la 1:30 volver al trabajo hasta las 2:30 que llegó doña Irma a vender lociones, o zapatos, o ropa o cremas por catálogo. A las 3:00 vaca para pandebono con el tinto de doña María. A las 3:30 volver al trabajo. A las 4:00 pausa activa y se aprovecha para ir al baño. A las 4:30 volver al trabajo hasta las 5:45 que se empieza a organizar el puesto y apagar el computador. A las 6:00 salir del trabajo para tomar transporte y llegar a las 7:00 a la casa. El tiempo en la oficina es de nueve horas y media pero el tiempo trabajado realmente es de cinco horas y cuarenta y cinco minutos sin descontar el tiempo dedicado a las llamadas personales o los grupos de whatsapp. Y ni hablar del tiempo del trabajador perdido trasportándose y el poco tiempo que le queda para pasar con su familia.

Ahora con la cuarentena por el Covid, muchos han tenido que trabajar desde sus casas. Algunos con quienes he hablado me han manifestado que se han desatrasado y que el tiempo les ha rendido mas. Las reuniones virtuales con aplicaciones como Zoom, les ha permitido coordinar tareas y hay herramientas tecnológicas que permiten hacer gestión de proyectos y seguimiento a las tareas de los diferentes miembros de los equipos de trabajo como Float o Conectter por mencionar algunos.

Entre las ventajas que puede tener el tele-trabajo están la reducción de costos fijos, el aumento de productividad, el fomento a la inclusión social y la mejoría de los índices de movilidad urbana.

Es posible que cuando pase la cuarentena, aquellas organizaciones que encontraron la manera de usar eficientemente el tele-trabajo, después de evaluar la experiencia, decidan continuar con esta práctica y reducir costos de oficina y espacios de trabajo. Y los trabajadores puede que con el ahorro de tiempo de transporte al no tenerse que desplazar, reduzcan sus niveles de estrés y se beneficien de un mayor tiempo con su familia. Y si hay suficiente gente trabajando desde casa, es posible que estas familias decidan que un sistema educativo virtual (como el que describimos en el capitulo 3 de esta serie Coronavirus) es el que quieren para sus hijos.

PABLO ANTONIO PEREZ VALENCIA.

@paperezvalencia

Nota de la editora:

Si usted quiere conocer más sobre como implementar el teletrabajo de forma organizada y no como una medida de contingencia para frenar la propagación del Covid 19, lo invito a ingresar al sitio web de Teletrabajo del MinTIC, en donde no solo le dirán cómo hacerlo sino los beneficios que tiene al implementarlo.