Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Sobre el voto electrónico.

Por: Pablo Antonio Pérez

Este podría ser el mayor adelanto democrático de la historia.

En Colombia, de acuerdo a la Ley 892 de 2004, antes de 2009 debería haberse establecido el voto electrónico. Como otras leyes, se ha quedado en letra muerta pues los gobiernos de Uribe y Santos no estuvieron lo suficientemente interesados en implementarla. Adujeron imposibilidades tecnológicas, posibles fraudes electorales, falta de recursos y hasta falta de cultura ciudadana para poderlo poner en práctica.

Actualmente, el gobierno del Presidente Duque parece más interesado en adelantar el tema y poder efectuar elecciones con este mecanismo. Sin embargo dudo que lo haga, pues como con otros avances propuestos por Duque, cuando se enfrenten a la necesidad del apoyo de las diferentes vertientes políticas, van a primar las fuerzas que abogan por mantener el status quo.

En días pasados el senador ponente del proyecto de Modernización del Código Electoral, Armando Benedetti, vio la necesidad de aclarar que de ningún modo el voto electrónico va a estar presente en las elecciones de 2022, con lo cual tal vez tranquilizó a los posibles detractores del proyecto.

De hecho, no hay razón para creer que el sistema podría funcionar mal. Con lo que el Registrador ha llamado Voto Electrónico Mixto, los ciudadanos se acercan a su puesto de votación, sufragan de forma electrónica y el voto se imprime, para posteriormente depositarlo en la urna, lo que permitiría un doble conteo porque quedan tanto el registro virtual como el físico para posteriores verificaciones. En cuanto a los riesgos de hackeo o manipulaciones fraudulentas del archivo digital, tecnologías como el
blockchain permitirían seguridad en el escrutinio virtual y los votos físicos depositados en las urnas serían un segundo seguro contra los fraudes. Es decir que con la tecnología actual es posible llevar a cabo elecciones con voto electrónico en la mayoría del País. Habría que trabajar en infraestructura de comunicaciones para asegurarse de poderlo usar en la totalidad del territorio nacional.

Ahora bien, lo que yo creo que asusta más al sector político y los partidos en sí, es lo que podría sobrevenir en caso de fortalecerse el voto electrónico y comprobarse su seguridad después de algunas elecciones exitosas llevadas a cabo. Permítanme intentar explicarles.

Los estados que surgieron después de las monarquías, los republicanos y democráticos de los siglos 19 y 20, todos mas o menos mantienen la misma estructura. En Colombia esa estructura está conformada por tres poderes diferentes: el Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo. A grandes rasgos, el Ejecutivo se encarga de ejecutar las actividades necesarias para el funcionamiento del gobierno, se encarga de llevar a cabo día a día la administración del Estado cumpliendo con sus planes y programas; el poder Judicial se encarga de la administración de la justicia y el poder Legislativo representa a los ciudadanos que los eligieron en las discusiones y decisiones sobre la actualización de la legislación vigente.

Y aquí lo importante es que la función de la rama Legislativa es representar al ciudadano. Se supone que se encarga de hacer el control político al gobierno en representación de los ciudadanos y partidos que los eligieron, se supone que presentan proyectos legislativos en representación de los ciudadanos y partidos que los eligieron, se supone que discuten la conveniencia o no de esos proyectos legislativos en representación de los ciudadanos y partidos que los eligieron.

Pero imaginen que tras algunos procesos electorales con votación electrónica, los ciudadanos nos convenciéramos que el proceso es seguro y que la posibilidad de fraude electoral es casi nula. ¿Cuánto tiempo nos tomaría darnos cuenta que no requerimos representación alguna para el control político, ni para presentar proyectos de ley ni para discutir ni votar esos proyectos de ley? ¿Cuánto tiempo nos tomaría darnos cuenta que podríamos prescindir del Congreso, las Asambleas Departamentales y los
Concejos Municipales y participar directa y democráticamente en todos los debates de importancia para nosotros sin necesidad de haber elegido a alguien para que nos represente y cuide nuestros intereses?
¿Cuánto tiempo nos tomaría ver que nos podríamos ahorrar mas de 60,000 millones de pesos al mes prescindiendo de la rama legislativa del Estado, lo que podría equivaler a entregar 750 viviendas de interés prioritario mes ó a entregar 9000 viviendas de este tipo al año?

¿Cuánto tiempo nos tomaría ver que el voto electrónico podría ser el mayor adelanto democrático de la historia?

Sin embargo, para esas más de 11.500 personas que conforman los concejos, asambleas y congreso, que hasta hoy han logrado mantenerse en las esferas de la política y que en estos momentos tienen en sus manos, de acuerdo con la constitución vigente, tomar la decisión de posibilitar o no el voto electrónico, ese es un futuro que no ambicionan. Es un futuro en el que pierden su influencia y su poder político al devolvérselo a los ciudadanos.

Y esta es otra razón por la cual se requiere cambiar nuestra anticuada, inconveniente y equivocada constitución.

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PABLO ANTONIO PEREZ VALENCIA.
@paperezvalencia