Revista Digital CECAN E3

Examinar. Entender. Evaluar

Imagen tomada de www.eltiempo.com

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

A veces la curiosidad mueve a la gente a hacer preguntas del tipo ¿quién fue mejor: Pelé, Maradona, Messi o Cristiano Ronaldo? Y es ahí cuando empiezan interminables y acaloradas discusiones, de por sí, muy apasionadas. En el mundo del ajedrez pasa lo mismo. Ha habido una gran cantidad de talentosos jugadores a lo largo de la historia que la discusión también es eterna. Muchos coinciden en que Bobby Fischer ha sido el jugador más fuerte de todos los tiempos. Otros hablan de José Raúl Capablanca o Mikhail Tal y otros más modernos se decantan por Gary Kasparov o Magnus Carlsen. En una anterior entrada mencioné que el jugador que ha alcanzado el mayor rating ELO en la historia es este último y precisamente ahí, los que prefieren jugadores históricos, sacan a relucir que el sistema de puntuación es algo moderno y que realmente un Bobby Fischer le daría una gran lección al noruego Carlsen.

Los tiempos son diferentes. Las rutinas, los entrenamientos, los torneos también lo son. A manera de referencia podemos ver que hoy en día los jugadores de élite cuentan con recursos que hace 20 o más años no existían. Ahora se entrena con módulos e inteligencias artificiales que procesan millones de datos en milisegundos y sumado a esto, Carlsen por lo menos, tiene un equipo de varias personas quienes analizan sus partidas y las de los rivales, evalúan los estilos de juego de los contrincantes y plantean las partidas con base en todo esto. En décadas anteriores no era así: Un tablero, un compañero de práctica que podía ser tu entrenador y el jugador era lo único que había; además, la remuneración, por ser jugador profesional, no era lo que hoy en día. Volvemos al inicio, ¿qué tiempo es mejor? ¿los tiempos de antaño donde no había tecnología ni acceso a la información? ¿o la actualidad? en donde todo es más fácil de encontrar y los adelantos tecnológicos nos dan una mano antes impensada.

Últimamente he visto muchas publicaciones en las redes sociales en las que hablan que la manera de hacer negocios en la actualidad dista mucho de lo que era en los 90 o más atrás y supongo que dicen esto por la globalización que el internet, las redes sociales y la revolución digital trajeron al mundo de los negocios. Mencionan situaciones como que antes había que hacer una lista de prospectos con familiares, amigos y conocidos; y que cuando esa lista llegaba a su final entonces era la muerte del negocio. Antes existía un directorio de páginas blancas y ahora se tiene la información en cada teléfono inteligente con datos. Ahora es más fácil acceder a más clientes potenciales de una manera más rápida, así como a diferentes mercados en distintas latitudes del mundo. Es más fácil acceder a información sobre qué países o ciudades necesitan mis productos y/o servicios y también lo es el poder encontrar oportunidades de negocio que puedan traerse para aplicarse de manera local. Hay millones de oportunidades. Pero hay algo que deben tener en común, y hablo tanto de los históricos del ajedrez como de emprendedores y empresarios; si hay algo que compartan Capablanca, Fischer, Tal, Kasparov, Anan, Carlsen y muchos tantos más es el talento y la disciplina. Lo mismo debe suceder con los emprendedores y empresarios en la actualidad y aunque la manera de hacer negocios haya cambiado y ahora, a través de los canales digitales, las redes sociales e internet, en esencia, todo sea más fácil, si hay talento y disciplina se pueden lograr resultados increíbles.

Y se puede decir, por ejemplo, que Magnus Carlsen no nació ajedrecista. Es claro que no. Pero su constancia, disciplina y determinación hicieron que su talento se multiplicara llegando a dominar el ajedrez mundial y ser, hoy por hoy, el campeón mundial de las tres modalidades de ajedrez más jugadas: clásico, rápido y blitz. Pero ¿cómo puede alguien convertirse en un emprendedor o empresario estrella? La respuesta es con talento y disciplina.

En la última entrada hablé del significado del tablero y mencionaba que ahí encontramos debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas. Pero hombre, estaba hablando de estrategia empresarial. Hoy estoy hablándole a la persona, al emprendedor, al empresario como jugador de ajedrez que va a mover las piezas en una de las partidas más importantes de su vida. Una herramienta que recomiendo es la matriz DOFA personal. Así que te invito a que vayas un poco más allá y realices este ejercicio de manera que puedas conocer en qué necesitas esforzarte un poco más, enfocarte en lo que te hace único y ganador y no lo has visto aún, que veas situaciones que pueden aportar aún más a tu vida y que entiendas también que hay riesgos latentes que pueden alejarte del cumplimiento de los objetivos que te has propuesto para este 2020.

Es importante conocerse a sí mismo sin perder en el intento.

Si te interesa asistir al taller «Conociéndome sin perder en el intento» escríbeme a [email protected]

@CamEmprendedor