Revista Digital CECAN E3

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Pensamientos sobre el Plan Energético Nacional 2050. Capitulo 2.

Consideraciones al respecto del PEN 2050.

Continuando con mis pensamientos con respecto al Plan Energético Nacional PEN 2050, y según lo anunciado en la columna anterior, ahora vamos a ver los objetivos que se plantea la Unidad de Planeación Minero Energética UPME.

Objetivo 1. Seguridad de suministro energético y diversificación de la matriz energética. Según el PEN 2050, este objetivo se cumple con la elaboración de los planes subsectoriales para derivados del petróleo, gas natural, glp, energía eléctrica, uso racional y eficiente de la energía, así como expansión de la cobertura de los servicios públicos domiciliarios de electricidad y gas combustible.

Podemos comprobar que el PEN 2050 en este objetivo no contempla ninguna fuente de energía alternativa entre sus planes subsectoriales, lo que confirma que a pesar de haber incluido las energías alternativas con el Pacto por los recursos minero-energéticos para el crecimiento sostenible y la expansión de oportunidades en los territorios,  en el Plan de Desarrollo, esta administración no muestra  la intención de invertir seriamente en estas energías.

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Objetivo 2. Energía, eje de desarrollo económico y prosperidad. Este objetivo pretende garantizar la sostenibilidad fiscal del país, contribuyendo de esta manera al pleno desarrollo del Estado social de derecho, garantizando el funcionamiento de mercados energéticos competitivos, que aprovechen eficientemente los recursos naturales y el capital natural como oportunidad para la generación de riqueza en particular para la población más pobre y vulnerable, potenciando al mismo tiempo su mantenimiento y uso sostenible.

Ecopetrol sigue siendo la empresa más grande del pais y genera una importante parte de los ingresos de la nación. Por eso, y con este objetivo en mente, la administración Duque y su Ministro de Hacienda Carrasquilla no van a arriesgar incentivar la generación con fuentes alternativas de energía, cuyos modelos de negocios y mercados aún no son maduros ni están bien definidos y con los cuales no pueden estar muy seguros de qué ingresos le van a generar a la nación para sus programas sociales.

Objetivo 3. Gestión ambiental del sector energético. Con este objetivo se materializan medidas de protección ambiental que permitan prevenir y reducir los impactos, riesgos y efectos originados a nivel global y local, buscando un aumento en la capacidad de adaptación a sus efectos adversos, fomentando la resiliencia al clima, un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y protección de la calidad del agua, aire, suelos y de la biodiversidad.

Mientras en este objetivo del Plan Energético Nacional se plasman bonitas intenciones de protección al medio ambiente, el gobierno del presidente Duque continúa con sus proyectos de hacer fracking en el territorio nacional, a pesar de las muchas objeciones ambientales a esa tecnología y que los actuales precios del petróleo ni siquiera lo hacen económicamente viable sin incluir los costos medioambientales.

Objetivo 4. Aseguramiento de cobertura a servicios y productos energéticos con inclusividad y desarrollo territorial.  Garantizar el acceso a servicios energéticos a precios asequibles, no sólo promoverá el bienestar y la cohesión social, sino que facilitará el progreso económico nacional y territorial, para la reducción de la pobreza, con emprendimiento, creatividad e innovación que posibiliten la producción y consumo eficiente de los recursos.

Si bien es importante asegurar el acceso a servicios de energía a precios asequibles para la producción agropecuaria en las regiones apartadas, por si solo no es suficiente. El acceso a energía debe ir acompañado de productos financieros asequibles también, que permitan adelantar proyectos productivos en esas zonas y así reducir la pobreza.

Objetivo 5. Eficiencia energética. El objetivo se sustenta en la adopción de nuevas tecnologías (de uso, medición y análisis), buenas prácticas operacionales y hábitos para optimizar el uso de los recursos energéticos disponibles, reduciendo costos, aumentando productividad y competitividad y mejorando calidad de vida de los colombianos.

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Objetivo 6. Integración energética regional (con países vecinos). Con este objetivo se busca en principio el desarrollo de mercados y el fomento de acuerdos regionales que luego permitan avanzar en materia de regulación en aspectos detallados como tarifas, impuestos, aranceles y resolución de controversias para que las complementariedades energéticas efectivamente se alcancen.

Objetivo 7. Entorno habilitante para la implementación del PEN 2020 – 2050. Para la consolidación de un desarrollo energético sostenible a través de la implementación de políticas, planes, programas y proyectos en los dominios económico, energético, social y ambiental, se requiere poner en funcionamiento un marco institucional que permita las interacciones y articulación de los agentes de la industria energética con otros actores y organismos del Estado.

Estos son los siete objetivos que se buscan alcanzar con el PEN 2020-2050. Con ellos podemos vislumbrar lo que la administración del presidente Duque considera que será el camino a recorrer en Colombia por los próximos treinta años. Un camino energético dependiente de los combustibles fósiles, sin importar las preferencias de los consumidores, pero cuidando la sostenibilidad fiscal del país durante lo que resta de su período. Un camino que en el futuro nos va a retrasar en el avance tecnológico del uso de energías limpias y renovables, sumiéndonos aún más en la baja competitividad internacional que ya muestra nuestro sector productivo nacional.

PABLO ANTONIO PEREZ VALENCIA.

@paperezvalencia

Nota: En la próxima columna trataremos los posibles escenarios futuros de energía identificados en el PEN 2050.